30 septiembre 2005

El Cierre

Te siento tan cerca que no me puedo mover... si no es contigo.
Me miras callada, fragmento de una imaginación soñada en duermevelas de silencio.
Yo te pienso como acorde maestro de la más añorada melodía.
Guardo, apretada en la mochila, la precisa distancia entre tu mirada y mi presencia.
Y me marcho a cualquier parte.
Porque tú vienes.

29 septiembre 2005

Alejarse

Ayer desenvolví antes de tiempo un regalo que tenía preparado para el viaje. Romper las promesas que me hago, me brinda una maravillosa oportunidad para hacer gala de toda mi magnánima clemencia. Traté de echarle sólo un vistazo, pero la curiosidad hizo que lo acabase por examinar desde muchos ángulos. En el proceso caí en algo muy sencillo. No emprendo el camino con la idea de encontrarme, lo que deseo en realidad es perderme. Y no me había dado cuenta hasta ayer.

Así que si me véis con la espalda apoyada en un tronco y la mirada perdida en ninguna parte, no os esforcéis en saludarme. Porque habré olvidado incluso mi nombre.

Espero encontrar el camino de vuelta. Aunque nunca se sabe. Es posible que me pierda para siempre y, aunque el GPS marque la posición en la que estoy perdido, tal vez me sienta a gusto allí.

En todo caso sé que jamás me volveré a sentir solo.

28 septiembre 2005

La princesa prometida. Cinco años después.

Waverly, una chiquilla risueña de ojos miel y rizos dorados, correteaba ladera abajo persiguiendo a una mariposa errática con sonrisa traviesa. Westley, con algunos quilos más de los que recordáis, cortaba gruesos troncos con certeros hachazos, limpiándose a cada rato el sudor con la manga. Buttercup, que seguía siendo la mujer más bella de la historia en noventa y cinco años, los observaba sentada en el jardín mientras zurcía casacas negras de pirata.

Habían pasado cinco años confinados en aquel recóndito lugar de Florin. Iñigo había fundado su propia escuela de esgrima para instruir a los espadachines noveles en su magistral variante del movimiento Thibault y se había trasladado a España. Fezzik consiguió un puesto como guardaespaldas de un comerciante oriental (tened en cuenta que el comercio de seda oriental y el fustán de Cremona estaban en su máximo apogeo en aquella época, por lo que el puesto de Fezzik era uno de los más apreciados en el gremio de brutos a sueldo). Los cuatro corceles blancos seguían en el establo, haciendo compañía a Caballo.

Westley echaba de menos a sus dos camaradas a menudo, porque ya casi nunca se reunían y, cuando lo hacían, terminaban tan borrachos que nunca recordaban lo que se habían contado. Las ganancias obtenidas mediante la piratería les permitían llevar una vida cómoda pero no alcanzaban para los grandes lujos que Buttercup había disfrutado en el palacio de Humperdinck. Caballo había sido la única diversión para Buttercup en aquellos años, pero ahora que había envejecido ya no lo cabalgaba tan a menudo. Westley había vuelto a ser aquel muchacho encargado de las tareas de la casa, pero sus sonrisas acompañadas de susurrantes como desees habían perdido parte del encanto del pasado. Languidecían en una rutina sin fantasía, atrapados en un lugar perdido de Florin, donde ni el tiempo ni las personas perturbaban la tenaz monotonía.

-Westley, cariño, podrías bajar al pueblo a comprar algo de trigo. Si no, no podré preparar la comida de la niña -gritó Buttercup levantando la cabeza.
-Buttercup, cielo, ¿por qué no bajas tú y así sacas a pasear a Caballo? Aún tengo muchos troncos que cortar. Y de paso, te podrías llevar a Waverly y podría terminar antes -respondió Westley sin mirarla.

(Dieciséis a trece, y eso que todavía no habían desayunado)

Buttercup lo miró desilusionada pues esperaba un como desees por respuesta. Se acercó al establo, ensilló a Caballo y partió sin abrir la boca hacia el pueblo. Olvidándose intencionadamente de Waverly.

(Eso dejaba la pelea un igualadísimo dieciséis a catorce, las espadas estaban en todo lo alto)

Cuando Westley terminó con el último tronco sentía cada uno de sus tendones tan rígidos como espadas de Yuste. Recogió el hacha en el cobertizo y apiló la leña sobrante. Waverly venía corriendo hacia él, con regueros de lágrimas en sus mejillas, aullando de manera estridente.

-¡Papá, papá, la piedra me ha atacado! -chilló entre sollozos.
-Ven, aquí, enanita. Que papá te curará la herida -musitó Westley maldiciendo mentalmente a Buttercup.

La llevó dentro de la casa, le lavó la herida y la vendó con un aparatoso lazo. Waverly había dejado de llorar, pero se abrazaba a Westley con la carita apoyada en su pecho. Westley se dejó descansar en la paz de ese instante. Esperando que nunca terminase aquella caricia. Miraba por la ventana los frondosos árboles que rodeaban la casa, escudriñó la nieve de las lejanas montañas, se detuvo en los ensortijados detalles de las plantas trepadoras que escalaban la fachada del cobertizo...

Cuando Buttercup volvió del pueblo, Waverly se había dormido. Y Westley la esperaba sentado en las escaleras del porche, mirándola con una sonrisa en los ojos. Al desmontar de Caballo, Westley la cogió en brazos y la llevó al cobertizo. Allí la tendió sobre la paja limpia, se recostó a su lado mirándola con tierna fijeza, le susurró bajito al oído un delicioso como desees y la besó con una pasión que alcanzó una intensidad nunca antes registrada.

Entre los especialistas en sensaciones medibles, existe una controversia generalizada para catalogar el amor verdadero. La escuela del Este defiende que no se trata de una sensación, sino que es una actitud. Los sabios asiáticos creen que el amor verdadero es sólo una ilusión inalcanzable. Mientras que la corriente de pensadores africanos postula sobre la existencia del amor. En todo caso, sea cual sea la técnica de medición aplicada, todos coinciden en identificar los cinco momentos de la Historia que alcanzaron el nivel máximo en la escala de intensidad de pasión.

Pues bien, éste los superó a todos.

----------------
Deleitaos con la versión de Buttercup. Genuinamente inconcebible.

27 septiembre 2005

Reflexión

Me aburro de aguantarme. De repetirme. Necesito un descanso. El sábado me llevo mi mochila de paseo. Me perderé dos semanas en el camino.

Giraré la ansiedad hasta convertirla en deseo. Modelaré el deseo en forma de hábito. Haré que mis hábitos sean más amplios. Relajaré la tensión que me tiene crispado.

Aunque no lo consiga, olvidaré el mundo durante un tiempo. Y siempre tuve muy mala memoria.

26 septiembre 2005

En el bautizo

Estaba con mi ateo cuñado tomando una cervecita en la barra. Nos reíamos de sus obligadas visitas a la iglesia cuando mi sobrino vino enviado por su abuela a contarme un problema. Cuando uno es ingeniero y consultor, los demás asumen que debe resolver cualquier tipo de situación. Aunque sea fin de semana, le duela la cabeza y se haya escondido detrás de la barra para no ser molestado.

D estaba apenado porque había abierto la sorpresa que venía dentro del huevo y sólo era un montón de piezas sin instrucciones. No sabía que hacer con todas esas cosas extrañas. Nos sentamos en el suelo e inventamos un juego con todo aquello. Lo pasamos bien, sobre todo él. Como es normal, al rato, se aburrió de aquello y se fue a jugar con su hermana.

Si fuese un personaje de cómic me dedicaría a robar las instrucciones de todos los juegos. La vida sería mucho más entretenida.

25 septiembre 2005

Recordando

Una de los momentos que más recuerdo de Ex. Se desnudó en la piscina de un amigo mío. Sin prejucios, sin complejos. Desnuda en el agua mientras el alcohol bañaba a los espectadores. Espero que mi próxima mujer sea capaz de bañarse en pelotas en cualquier piscina que nos entontremos en el futuro...

Y sí, estoy en mitad de una cena etílica de que me arrepentiré al día siguente. Juá, juá.!

23 septiembre 2005

Reírse

Anoche me costó conciliar el sueño. Hoy me he despertado desvelado a las seis de la mañana. Ayer participé en un atasco de más de una hora para salir de Barcelona. Después, en la autopista, mi pie derecho se iba acercando al suelo del coche conforme el tráfico se hacía más fluido. Aunque no había nadie esperándome en casa. No tenía hora de llegada establecida por necesidad alguna.

Hace cuatro meses comencé mi blog. Me gusta escribir, es el hecho intelectual que más me realiza. El motivo fue así de sencillo. Sin embargo, la blogosfera ofrece otras posibilidades que he ido descubriendo con avidez. Y son estas características complementarias las que provocan mi adicción.

El trabajo con personas que viven cinco horas después acaba por estirar la jornada laboral para acomodar el esfuerzo de tdos. Suelo terminar tarde trabajar, aunque el día siguiente sea festivo. Antes de marcharme leí un correo de pie, mientras apagaba el ordenador. Me sentí turbado por esas palabras. Coloqué la turbación entre una tristeza y una impotencia que pululaban hacía horas por mi mente. Tres sentimientos generados por el mismo medio pero provenientes de fuentes distintas. Una razón para llegar pronto a casa y buscar una vía de conciliación.

A lo largo del camino había elaborado los tres correos que enviaría cuando llegase a casa. Necesitaba expulsar esas palabras de mi interior para poder descansar a pierna suelta.

Encendí el ordenador. La conexión a internet no funcionaba. Llamé a mi proveedor. Me informó de que otra compañía había solicitado un cambio de bucle. Ellos había suspendido el servicio. Llamé a la otra compañía, aquella que me había denegado el cambio de conexión meses atrás alegando motivos técnicos. Me informaron de que no podían atenderme en ese horario, que debía llamar a partir de las nueve de la mañana.

Creo que en ese momento explotó alguna de las venas de mi cabeza. La rabieta infantil invadió cada uno de mis resquicios. Me costó asumir que tendría que guardar todas esas palabras para mí. Traté de paliar el dolor de cabeza, la ansiedad, las ganas de compadecerme y el iracundo resentimiento contra el destino. Fue un auténtico fracaso, ya lo habéis leido en las primeras frases.

No sé cuanto tiempo tardarán en volver a conectar mi ordenador a la red, este tipo de peleas entre compañías nunca tienen una solución fácil y siempre es una solución lenta. En todo caso, lo que me sucedió, me ha hecho comprender que debo aprender a reírme más de mí mismo. Que nada de lo que me preocupa es tan esencial como para no poder aplazarlo unas cuantas horas.

Os echaré de mens los fines de semana. Me echaré de menos a mí.

He mantenido una apacible calma mientras conferenciaba a tres bandas con todos los operadores implicados. Les he explicado el problema sin aspavientos, dedicando a cada uno la atención precisa. Me han informado de que no podré volver a tener conexión hasta dentro de un par de semanas y me han tratado con amable diligencia. Me siento tranquilo.

Esta terapia de reírse de uno mismo funciona a las mil maravillas :-)

22 septiembre 2005

La modeladora

Este artículo ha sido escrito por un loco que adora las chorradas. En caso de que su diagnosis médica no coincida con la del autor, la lectura del mismo puede producir efectos secundarios que no se han descrito. Estáis avisados.

Lo desconocido es aquello que no conocemos o bien aquello que no se nos muestra. Cuando coinciden ambas definiciones en un solo objeto lo desconocido pasa a ser ignoto. Hay personas que de tan ignotas me resultan nulas, que lindan los límites de la inexistencia.

Hoy me ha dado por imaginarte. Te veo sentada en la mesa. Empleas una mano para llevar una taza de café a tu boca en rítmica reiteración. Ese café es lo que menos te importa. Tu mente y tus ojos se ubican en lo que maneja la otra mano. Con ella arrastras por la mesa las piezas desordenadas de uno de tus problemas. Seleccionas al azar un pedazo y lo encajas en una asimétrica figura que vas armando delante de ti. A ratos ladeas la cabeza para evaluar la armonía del conjunto. Cuando te sientes satisfecha, lo colocas en el centro de la mesa y te quedas mirándolo con los brazos cruzados. Sonríes.

Así pasas el día. Conformada en la idea de que has encajado todas las piezas en el sitio adecuado. Pero cuando abres la puerta de casa y ves de nuevo la figura en la mesa, vuelves a pensar que la composición carece de sentido. Que hay aristas punzantes que deberían ser redondeles. Que hay curvas que estarían mejor rectas. Y te acuestas en la cama deseando que el café de mañana modele una figura más duradera.

Te imagino circulando por un cono de angulación tan exigua que apenas genera pendiente. Y no poseo una herramienta que permita estirar del vértice y tallar cómodos escalones en la superficie. Ignoro la manera de facilitar tu ascenso. Generamos tal extraña mezcla de inexistencia e impotencia que nos resulta imposible alearla en el universo explorado.

21 septiembre 2005

La desmontadora de historias

P. Por cierto, leíste Malogrado Corazón o lo dejaste a mitad?
R. siii, lo leí ayer al final de la tarde (la segunda mitad). Me gustó mucho. Pero me surgieron dudas.
R. Cual era el objetivo de ella?
P. jeje, Roca, por favor, es un cuento!!!
R. llevárselo al otro mundo o que? Ya lo sé.
P. no lo sé, lo escribí hace 10 años, ni siquiera lo sé...
R. pero la historia ha de cuadrar
P. A mí, leída ahora, me sugiere que Domingo encontró por fin una solución a su búsqueda de una relación plena pero la forma de encontrarla fue con un espectro mortal. Es algo así como que cada uno busca su destino con ansiedad y a veces el destino es cruel cuando lo encuentras.
R. pues a mi no me queda que fuese una acción voluntaria de él sino inducido por ella. Por eso me pregunto que es lo que quería ella.
P. supongo que ambos se amaban no era un objetivo, sino el producto del amor
R. en la historia no se describe la fascinación de ella por él, sino de él por ella
R. por eso no me acaba de cuadrar
P. quizá todo sea sólo un invento de Domingo, quizá sea fantasía y murió por otras causas, quizá esa sólo sea su propia interpretación de su muerte.
R. no, porque la historia dice claramente que el tío del cementerio lo encontró allí hecho polvo, no puede ser su interpretación.
P. vale, pero es que estaba enfermo... Por qué ni los médicos ni su familia comentaron nada la primera vez que lo hospitalizaron?
R. ya, esto es lo que pensé para redondearlo
P. lo cierto es que casi nunca tengo un plan trazado cuando escribo las historias
R. es la mejor solución
P. siempre me dejo llevar por las palabras
R. bueno, pero así cuadra
P. creo que es la mejor interpretación 'racional' que se le puede dar. Domingo estaba mal de la chota, murió de una enfermedad tanto mental como física, así que creyó ver todas esas cosas. Seguramente ni siquiera escribía poesía...
R. exacto... No, lo de la poesía sí que me cuadra con la enfermedad
P. pero él creía que era poesía y seguramente sólo serían desvaríos
R. además en la historia se ve, que cuando mas enfermo más escribía, pero tú al final dices que así fue como llegó a tus manos su poesía
P. eres salvajemente lógica, me divierte. OK, entonces sí escribía poesía y lo hacía bien
R. sí, por lo menos dale una pincelada de genialidad al tío, ya que estaba loco
P. locura = genialidad -> solución clásica. Cuadra perfectamente
R. sí, así lo veo
P. Estás hecha toda una desmontadora de historias, Roca!

20 septiembre 2005

Genes

La genética musical es radical en mi familia. Por un lado se manifiesta en personas con sensibilidad acústica y habilidad para el manejo de instrumentos. Por otro, muestra elementos con tendencia a la sordera y manifiesta torpeza manual. Mi hermana está incluida en el primer grupo. Yo pertenezco al segundo.

De pequeño me enviaron a la escuela donde mi hermana aprendía sus primeros acordes. La profesora tuvo paciencia conmigo durante los primeros seis meses. Después llamó a mi madre, máximo exponente del segundo grupo, y le recomendó que me inscribiese en alguna otra cosa. Así es como terminé entrenando cualquier clase de deporte, excepto fútbol, durante toda mi infancia.

Con los años mi hermana se casó con un músico profesional. De aquí que las reuniones familiares se convirtieran en un afinado coro de voces temperadas rodeadas de escasos excluidos sociales incapaces de percibir cualquier traza de harmonía.

Suelo escuchar música de los ochenta. Transvision Vamp, Pretenders, Mecano, Alan Parson's Project, Mike Olfield, Dire Straits, Duncan Dhu y otros grupos de pop español incofesables. Es lo que me gusta. Aunque ando siempre cambiando de CD porque me cansa la repetición. Sin embargo, hay algo que no me molesta oír a menudo; la música clásica. Puedo escuchar durante horas el mismo disco sin percibir la monotonía. Supongo que esta es mi manera inconsciente de apreciar el arte, después de todo algún gen perdido me habrá tocado.

Esta tarde saldré pronto del trabajo. Vamos, a mi hora. Me acercaré a comprar la Arabesca No. 1 de Debussy. Y pasaré la noche perdido en mundos de planetas imaginarios que nunca trayectan sobre la misma órbita.

Todo iba saliendo a pedir de boca. Debussy había cocinado para dos días, me había preparado una cena estupenda e incluso había limpiado un baño. Cuando Nyman estaba planchando mis camisas recibí una llamada de Aurelio. Estaba desesperado porque su solución 24x7 no había sido certificada por Oracle. Tenía que arreglar el mundo para el miércoles y se sentía perdido. Después de una hora al teléfono pudo volver a su habitual estado de calma. Pero Nyman ya no quería planchar mi ropa. En ocasiones me gustaría poseer uno de esos filtros antispam que sueña Saravá...

19 septiembre 2005

En el camino II

-¡Vaya golpe que te has dado! -me dijo alguien situado a mi espalda.

Sentía en mi boca una sensación grumosa y seca. Mis dientes parecían frágiles y quebradizos. Los ojos habían perdido toda su acuosidad. El tacto del suelo en mis dedos no transmitía calidez a mi cerebro. Cuando me giré para sentarme en el suelo la cadera se desplazó rígida y no percibí la presión del suelo contra mi trasero. Ladeé la cabeza observando un mundo iluminado de manera uniforme. Estaba en la plaza de un pueblo raramente anticuado, en el cruce de una cuesta de subida y otra de bajada. Los edificios se contorneaban irregulares en fachadas de tersura perfecta e irreal. Levanté la cabeza para conocer al emisor de aquellas palabras.

Fox era un hombre mayor, con un elegante bigote gris y unos ojos astutos que descansaban sobre tímidas bolsas ojerosas. Llevaba un sombrero oscuro con una pluma verde en el lado. La chaqueta antigua de tweed desabotonada mostraba un jersey de pico y una camisa sin corbata. Me estaba mirando mientras esperaba una respuesta. Un poco inclinado hacia adelante, como si esperase recibir mi invitación para echarme una mano. Su piel era lisa, de un extraño marrón acuarela, pero las arrugas eran surcos oscuros.

-¿Dónde estoy? -articulé con dificultad, concentrándome en que mis cuerdas vocales vibrasen en un espacio sin aire.
-Veo que el golpe te ha afectado la chola -replicó Fox mientras me tendía la mano sonriendo.

Me puse de pie en un gesto forzado, notando mi cuerpo articularse mecánico. Traté de fruncir el ceño pero mi frente sólo se acartonó unos milímetros. La transformación sensorial de la realidad confundía mi entendimiento. Fox permanecía a mi lado tranquilo, esperando a que acabase de entrar a formar parte de aquel mundo ajeno.

-¿Quieres tomar una manzanilla bien calentita? Eso a lo mejor te templa un poco... -me ofreció Fox arqueando las cejas.

Aquel fue el instante en que se convirtió en mi padrino. En consorte para un universo que me llevaría meses comprender.

18 septiembre 2005

Noche de cine

Como consecuencia de una introspección magistralmente dirigida, el sábado por la noche mi cabeza se empeñaba en descansar. Así que quedé a cenar con un amigo, mano a mano. Ayer era un día en el que no teníamos demasiadas cosas que contarnos. A veces también sucede. Así que después de la cena nos fuimos al cine. Nos sentamos en la butaca a mirar la película, con un gintonic y una cervecita fría. Había muchos personajes en ella. Aquella chica que parecía asistir a una boda, el multitudinario grupo de loros, la danzarina camarera punk, unas jugadoras de baloncesto, esos horribles pantalones tejanos a nuestra izquierda... Y todo el mundo hablaba a la vez. Costaba seguir la trama, pero si estabas atento podías descubrir los entresijos de muchas historias.

Cuando vinieron a buscarnos, la película no había terminado, pero decidimos irnos porque ayer no teníamos ganas de ser actores. Cuando ensaye, a lo mejor me animo y trasgredo la frontera del celuloide...

17 septiembre 2005

Retrospectiva

Vuelvo a tener veinte años. Mediante un proceso de maduración inversa he regresado al punto de partida. Lo preocupante es que en aquel momento me equivoqué y ahora sé que lo volvería a hacer. Me resisto al impulso de ignorar la razón, de zambullirme en el agua de cabeza sin saber si la poza tiene la profundidad precisa.

Ayer miraba mi propia imagen reflejada en el agua. Me sentaba embelesado a observar los hechizantes destellos. Admiraba esos detalles tan familiares. Y quería tocarla. Atravesar el espejo y fundirme con ella.

Hoy me he dado cuenta de que sólo era un espejismo. Los reflejos se difuminan con las ondas cuando uno mete la mano en el agua. Todo se distorsiona y se aleja en círculos concéntricos.

Así que he decidido no corromper esa imagen especular. Almacenarla en mi memoria para recordarme que no soy único. Que en cada escaparate hay alguien como yo mirándome. Que enamorarse de tu propio reflejo es sólo un acto de narcisismo. Y que eso, en definitiva, no es amor.

Hoy me confieso

Sé que muchos pensáis que ando un poco enamoriscado de Buttercup. Así que no tengo más remedio que reconocerlo en público. Estimados contertulios: Buttercup me trae loquito. Estoy enganchado a ella como el mejillón a la roca, como las burbujas a la cerveza, como el trueno al relámpago, como el chicle al zapato, como la sal al jamón...

Y es que uno se para a pensar en los tíos que han pasado por su vida. El torpe virgen que la deja en una cama sin deshacer con una precipitada nota. El maniático matemático obsesivo con ocultas costumbres. Aquel capullo que la vio desnuda en la playa y resultó ser un pedante. O el de los jueguecitos raros y las palabras soeces... Cualquiera podría ser la estrella de ese zoo de curiosidades.

Además es que le gusta jugar a las máquinas de motos, te acompañará sin dudar a ver una películas de patadas, aprovecha cualquier oportunidad para llevarte a la cama, se emborracha contigo, en ocasiones gritariáis juntos hasta quedaos sin aliento, compite con tu escabrosa habilidad por hacer el ridículo en público...

Un buen amigo mío lo resumió sin ambages... Pero, ¿quién no estaría enamorado de Buttercup?

Nota. Además es rubia, de letras y más inteligente que yo. ¿A quién carajo le importa lo demás?

16 septiembre 2005

Vientos de cambio

Te voy a pasar a buscar. Sin avistarte. Y meteremos los dos las manos en piedras antes de irnos. Comenzaremos eligiendo la mesa más destartalada de la Oveja Negra, para tomarnos un cubo de cerveza con un vaso de palomitas. Cenaremos un pollo bien grasiento y no utilizaremos cubiertos. Lo acompañaremos con el peor vino de la casa, que para eso nos sobra clase. Pasearemos con un helado por Las Ramblas, mezclándonos con un espectáculo humano que nunca descansa. Buscaremos uno de esos bares que no se cansan de poner música de los 80. Y cantaremos a voz en grito canción tras canción, sin dejar de tomar tequila caliente para cuidar nuestra garganta. Cuando nos cansemos nos sentaremos en el suelo a mirar, a descubrir historias imaginarias entre los pies de la gente hasta que nos echen de allí. Nos arrastraremos hasta la playa para caminar descalzos y encontraremos un sitio en el que merezca la pena sentarse, espalda contra espalda. Y nos contaremos historias hacia atrás y hacia adelante, como si las estuviésemos hablando con un amigo. Puede que hasta nos bañemos. Cuando estemos lo suficientemente doloridos, nos levantaremos despacito, para no dejarnos ningún recuerdo en la arena. Nos pondremos las gafas de sol y desayunaremos un café bien cargadito en alguna terraza solitaria. Y volveré a dejarte en tu trabajo, mientras yo busco el camino al mío.

Más tarde, cuando sientas un grano de arena en la suela del zapato, te embaucará una risa floja. Tanto, que tendrás que luchar por no estallar en carcajadas delante de ese cliente asombrado. Y si después de esto no sientes que algo ha cambiado, me devuelves las tijeras y me apeo del mundo.

15 septiembre 2005

En pocas palabras.

He llegado otra vez a ese momento. Como siempre sin enterarme. Suele coincidir cuando el exceso de trabajo se junta con un estado físico penoso. Y me cuesta abandonar esta apatía varios días. Mi obsesión por salvar esta condenada empresa hace que nunca me niegue a asumir nuevos proyectos, aunque no disponga de tiempo ni de energías para ello. Es cierto que soy 'jefe de fábrica', pero soy de esos que llevan el mono encima del traje. Por lo que mi trabajo requiere una concentración mental absorbente, que barre de la cabeza cualquier otro tipo de pensamiento. Enlazo ciclos que me tienen anclado a la silla más de doce horas al día, que me persiguen durante el fin de semana, que abocan mi mente hacia un objetivo único, que me desconectan del mundo. Todo se reduce a aplicaciones informáticas, llamadas de teléfono, conversaciones en idiomas ajenos, abrasadoras reuniones con clientes y situaciones críticas de todo tipo. Y lo peor es que no me permito desviar mi atención del meollo ni un instante.

Así que me instalo en una cómoda rutina que va consumiendo los días sin dejar rastro. Paso por la vida inerte. Evitando mirarme. Pero en un segundo todo se descontrola, los esquemas mentales se desmoronan. El autocontrol desaparece. Entonces me encuentro de noche en la oficina, intentando descubrir palabras que me devuelvan el equilibrio. Aunque lo único que deseo es llegar a casa y que tú me regales todo eso que ya te he contado. Y languidecer arropado en tus brazos.

Por eso me instalo en el autismo. Porque a pesar de que sé que no existes, me atormenta la insoportable tentación de convencerme de que te conozco. De que aunque no lo seas, podrías llegar a serlo. De que sólo es que estoy un poco ciego y no lo he visto. El egoísmo me conduce por una senda que lleva a un lugar que ya conozco. Que Ex conoce muy bien. Y aún me interno más en las sombras, porque junto mis últimas fuerzas para vencerme. Y me cuesta. Y entonces es cuando más me duele la soledad.

Son días en los que deberías salir corriendo y alejarte todo lo que puedas de mí. Por tu propio bien. Y por el mío.

14 septiembre 2005

¿Verdad que no flirteo?

Me la impresión, por alguna de vuestras reacciones, que parece que flirteo. Estoy preocupado, porque los sábados por la noche, la mayoría de las avasalladas no perciben mi flirteo, pero cuando no me lo propongo, cuando lo trato de evitar... ¡Es cuando lo consigo!
¡Maldita negación especular de mi persona! ¿Cuándo orientaré esta cabeza que tanta tendencia tiene a perderse en el bosque? ¿Acaso seré estúpido?

Traducción

Hace tanto tiempo que no duermo que ya he olvidado como se hacía. Tumbarse en la mullida paz de una cama acogedora, cerrar despacio los ojos abandonado al silencio, caer suave en el acune de la inconsciencia, soñar mundos en calma con una sonrisa invisible. Descansar.
Ahora son solo sombras inquietas las que me acompañan de noche. Punzantes pensamientos de rabia, dolor y desesperanza. Deseos imposibles burlándose de mi alma. Fantamas sardónicos acomodados en mi almohada. Un mundo de caos que nunca me falla. No tengo sueños, ni pesadillas. Solo la nada. Vacía y fría. Fiel y sincera. Nada arropándome en oscuridades siempre heladas. Aterido de nostalgias, falto de fantasías, perdido en la impotencia. Cansado.
Y mañana de vuelta a ese mundo tan desolado. Sin siquiera haberlo abandonado. ¡Dame tan solo una noche! ¡Concédeme unas horas de tregua! No tengo fuerza, me extingo, me difumino. Muero.
¡Maldito insomnio que despedazas mi conciencia! Vuelve allá donde esté tu morada. Esquiva mi casa. Desaparece tan súbito que no te eche en falta. Necesito sentirme abandonado. Me desespero.
Ahora que estamos a solas, ahora que todo se ha fundido en las sombras, confiésame: ¿Por qué me amas? ¿Acaso será la triste estela de mi enferma existencia? ¿Me quieres por mi constancia resignada? Cuéntame en murmullos lo que te ata, conozco mil formas de deshacer los lazos. Te despediré con una cálida mirada. No soy quien buscas. Seamos sinceros. Nadie nos escucha. Bórrame de tu memoria y yo prometo no olvidarte. Despídeme.

Nota. Muchas veces me olvido de cuando escribo para mí y de cuando lo hago para vosotros... Menos mal que hay alguien que me lo recuerda. Y ayer escribía para mí, pero me gustaría que viéseis lo que pensaba cuando lo escribí.

13 septiembre 2005

Enfado, rendición y súplica

Obstinada presencia llena de lacras,
gangrena punzante de mi agitada alma,
¿por qué te enlazas tenaz a mi cama?
¿Qué despiadada conciencia te manda?

Me sabes postrado
y me tienes herido.
Estoy derrotado...

Abandona ya tu perversa mirada,
desata las cuerdas
de mis laceradas llagas
y busca otra presa,
que esté más sana.

12 septiembre 2005

Juguemos

Ya que esta semana mi consciencia está perdida, cumpliré mi obligación con Ligeia...

Ya sabéis, 5 preguntas. Sin piedad.

11 septiembre 2005

Post-etílico

Mis amigos dicen que no os cuento todo lo que pasa en mi vida. Que mi manía de revestir de extraños giros todo lo que escribo difumina el sentido de la historia. La falta de inspiración, ayudada por una nítida resaca, me ha obligado a mostrar lo que ha ocurrido desde el viernes hasta hoy sin artificios. Os contaré lo que ha pasado.

Todo comenzó el viernes por la noche. Una cena de empresa puede parecer aburrida para muchos. En nuestro caso nunca es así. Las espaciamos bastante porque después hay tantas anécdotas y cotilleos que nulificarían nuestra capacidad de trabajo.

Me puse lo primero que encontré en el armario: una camiseta de Buenafuente (al que odio), unos pantalones negros, las zapatillas marrones y mi indispensable bolsito cruzado. La imagen puede parecer grotesca cuando uno está acostumbrado a ver a esa persona cada día con el serio traje gris. Los nuevos no dejaban de mirarme entre asombrados y divertidos. La camisetita de marras centró toda su atención, me convertí en el blanco perfecto. A mitad de la cena, aburrido de tanta mofa, la volví del revés y me quedé con un neutro negro etiquetado toda la noche.

Después de cenar bailamos, bebimos y cerramos los bares. Nada fuera de lo habitual. Cuando ya no quedaba garito que cerrar nos fuimos a casa de una de las compañeras para rematar una docena de cervezas. La gente se fue marchando mientras M. y yo cuidábamos de nuestro nivel de alcohol en sangre. Decidimos marcharnos cuando la propietaria del piso se lanzó sobre un incauto y lo acribilló a duros besos encima el sofá.

Desayunamos en el Pinocho, en el mercado de la Boquería. M. es un fantástico gourmet, así que pidió unos callos con setas acompañados de champagne. Os lo recomiendo, una experiencia maravillosa. Después nos cruzamos a la Plaza Real y compartimos un café cortado con dos señoras inglesas que rieron divertidas ante la extraña costumbre española de invadirte en tu propia mesa y darte etílica conversación en un lenguaje que parecía inglés.

No recuerdo mucho más. Cuando me desperté ya me encontraba co-protagonizando una versión sin dibujos de Mary Poppins. Paseé cogido de la mano por el campo mientras un coro de animales alegraba la tarde, dimos de comer a los pajarillos en las escaleras de la Catedral, recogimos los juguetes chasqueando los dedos, reímos pegaditos al techo de la estancia... Y al final tuve que coger mi paraguas y partir sin mirar atrás.

Llegué a la otra ciudad de noche. Aunque no quería ir allí, ni quería hacer aquello... pero Mary Poppins siempre se deberá a los suyos. Pasé flotando por encima de la noche, disfrutando de los amigos y eludiendo emprender nuevas aventuras. Abandoné la noche de humo y copas pronto, necesitaba refugiarme un rato en mi pereza. Y entonces sucedió aquello. Un misterio que llevaba atormentando mi cabeza durante un tiempo se reveló sin que yo lo percibiera. Estaba demasiado aturdido para darme cuenta en ese momento, pero a la mañana siguiente la luz trajo el puzzle resuelto a mi mesa. Mientras castigaba mi brazo remendado en un partido de tenis he juntado todos los pedazos con precisión. Es divertido resolver misterios, aunque una vez resueltos pierdan parte de su encanto.

Acabo de llegar de comer de casa de mamá. He tenido que esquivar, como siempre, sus clásicas conversaciones acerca de lo mal que estoy en todos los sentidos. Voy a amotinarme en el sofá, pondré Mary Poppins y trataré de evadirme de mí, que ya me estoy cansando un poquito...

Delito entre bruma y resaca

Estoy aquí sentado, tratando de enlazar palabras. Pero ni siquiera consigo secuenciar letras. La razón me dice que se debe a mi resaca de calidad gourmet, pero una voz interior me cuenta que he sido objeto de un hurto. Me han robado todas las frases.
Me voy a presentar una denuncia en comisaría. A lo mejor hay suerte y aparecen...

09 septiembre 2005

Infierno

BCN - 01h00 AM

Gork
. ¡Te merecerías encontrar una mujer a la que quisieses hacer el amor a cada instante y que ella quisiese hacerlo contigo tan sólo de vez en cuando!

Pow. Lo merecería. Tal vez eso es lo que me depare el Infierno.

Nota. Si cuando decían que Ex era una santa no les faltaba razón.

En el camino

Caminaba a oscuras por el estrecho pasillo. Se mecía en la agridulce sensación de silenciosa paz y desorientación fingida a unos pocos pasos de la realidad luminosa que conmutaba el interruptor. Avanzó aquellos pasos con pereza melosa, aunque los siguientes fueron desequilibrando la mezcla de la percepción. Ya no necesitaba enmascarar el sentimiento de saberse perdido. La pared parecía haberse trasladado una decena de metros. Tuvo que pararse en medio de aquel sinsentido.

Había realizado aquel trayecto un centenar de ocasiones y jamás le había parecido tan extenso. Sonrió a la negrura para demostrarle serenidad, para aparentar que se divertía con aquella sofisticada burla sensorial. Abrió los brazos en cruz, buscando las desaparecidas referencias. Su sonrisa fue menguando a la par que crecían las arrugas en la frente. El encanto se había ido disipando. Se sabía perdido.

Arrastró los pies despacio, protegiéndose del vacio con las palmas de las manos como un zombi ciego. El tiempo le devolvió al sosiego y lo instaló en un ridículo socarrón. A oscuras, en su propia casa, incapaz de encontrar el esquivo interruptor. El relax convirtió sus pasitos deslizantes en zancadas decididas. Quería llegar al final del asunto aunque fuese chocando contra lo desconocido.

Chocó. Y dio de bruces en un suelo que llenó su boca de... ¿yeso?

08 septiembre 2005

¿Me estaré volviendo lerdo?

Observo con inquietud las lecturas que muchos de vosotros manejáis. Me hace volver la vista atrás, hacia mi época universitaria. De cuando era capaz de asimilar la Crítica de la Razón Pura y construir un estudio de cien páginas enlanzando pensamientos abstractos. O de cuando releía por placer aquellos abrumadores tochos sobre conceptos de sistemas operativos que exponían filosofía metafórica. Y de cuando gastaba mi tiempo libre tumbado sobre la cama en un febril consumo de la obra completa de Shakespeare. Me miro con extrañeza.

Mis últimos cinco libros hablan de la vida y ni siquiera están bien escritos. Cada día leo montones de especificaciones técnicas, muchas de ellas en inglés, y lo hago de manera diagonal. Esforzándome por retener tan sólo lo esencial para poder continuar con mi trabajo. Incluso cuando hace unos días me atacó la paranoia de definir determinado concepto filosófico adaptado a mi existencia, paseé por muchos autores clásicos deteniéndome sólo en los lugares imprescindibles para lograr mi objetivo. Yo no soy un lector, sin darme apenas cuenta me he convertido en un simple consumidor de palabras.

Será que la maduración intelectual estrecha el abanico de nuestras inquietudes hasta convertirlo en un delgado tubo puntiagudo. O será la vida, que nos acomoda en la sensación de saber todo lo que necesitamos. Uno llega al punto de que ya no sabe ni lo que será. Y es más, ni siquiera le importa.

07 septiembre 2005

De hoy no pasa

Ayer tuve una polución nocturna. A los 30. He pensado que mi vida sexual no se puede reducir a esto. Así que no he tenido más remedio que meter a Nadia en mi cama...

Han dormido cada uno en un lado de la cama. Sin rozarse en toda la noche, como es habitual. Pero hoy Nadia se ha despertado antes que el sonido de la alarma. Descansa su cabeza en la palma de la mano mientras mira a Pow con ojos golosos. Se acerca a su cara y le roza los párpados con los labios. Le susurra al oído acariciándole con su nariz. Se agarra a su cuerpo enlazándose despacio en su anatomía.
-Buenos días, cielo. ¿Es temprano, no? -pregunta Pow con los ojos cerrados.
-Sí, aún queda media hora para el despertador -contesta Nadia mientras acaricia a Pow por debajo de la cintura.
Pow se vuelve hacia ella, abre los ojos y le da un beso en la frente. Después trata de salir de la cama sin conseguir deshacerse de la llave de Nadia.
-¿A dónde vas tan deprisa, impaciente? -dice Nadia con una sonrisa pícara.
-He pensado que podría aprovechar para sacar trabajo, así después volveré antes a casa -explica Pow tranquilo.
-¡De eso nada! Tú te quedas en la cama y cumples como está mandado -estalla Nadia con recelo.
-Pero si es martes.. -añade inseguro Pow.
-¡Qué carajo importa! Como no me folles ahora mismo te pasas un mes a pan y agua -grita Nadia con enfado.
-Gracias por entenderme... ¡Eres un sol! -comenta aliviado Pow mientras abandona la cama.
Nadia se lo queda mirando perpleja mientras se desviste. Apenas comprende lo que ha sucedido.
-¿Te importa si me ducho primero? -le pregunta Pow- Así cuando salgas te tendré preparado un desayuno especial en la terracita...
Nadia hunde su cabeza en la almohada y golpea el colchón con los puños mientras patalea impotente.

06 septiembre 2005

Tendencias

1-Nombre
Julián Roberto, ya lo sabéis ;-)
2-Tu apodo
Mis amigos me llaman desde hace muchos años Pow. Lo escriben Pou o Pow. Yo siempre lo escribo Pow. Cuando jugábamos al futbolín me apodaron irónicamente Powershot. Después se convirtió en Power. De ahí, Pow.
3-¿Qué hora es?
14:32
4-Fecha y lugar de nacimiento
Mayo del 75, Zaragoza
5-Lugar donde te gustaría vivir
Zaragoza
6-Nombre de tus padres
Carmelo el Racional y Nines la Insistente
7-Signo zodiacal
Géminis, ¿no habiáis notado mi estridente dualidad?
8-Has visitado otro continente?
América, Africa y Asia. Aunque me quedo con la vieja Europa. Es incomparable.
9-Aventurero/a o romántico/a?
Ambos y en cantidades nada recomendables.
10-Tímido o extrovertido?
Extrovertido hasta la extenuación.
11-Eres supersticioso/a?
Tengo mis manías, aunque en general intento controlarlas. Me gusta levantarme de la cama con el pie derecho, lo cual es difícil porque siempre me bajo por el lado izquierdo. Aunque si no lo consigo tampoco le doy mayor importancia.
12-Tienes alguna fobia
Últimamente a la vida social, pero las voy cambiando cada cierto tiempo. No me gusta permanecer en ningún sitio. Soy inquieto.
13-Duermes siesta?
Sólo cuando mi cuerpo elije por mi. Pero no suele ocurrir.
14-Cama con o sin almohada?
Almohada, blandita. Para poder pasar los brazos por debajo de ella.
15-Qué llevas puesto en este momento?
Traje y corbata entre semana. Si fuera fin de semana camiseta, tejanos y zapatillas.
16-Tienes hermanos?
Hay una mujer sensata y razonable, con dos críos encantadores y que tiene una especial sensibilidad para el canto que dicen que es mi hermana. Si la veis, no lo creeríais.
17-Invierno o verano?
Invierno, cuanto más crudo mejor.
18-¿Cuál es tu color favorito?
Granate. Para la ropa interior femenina también.
19-¿Cuál es tu número preferido?
8
20-¿Diestro o zurdo?
Tanto como diestro... Dejémoslo en que uso la mano derecha.
21-Día favorito de la semana
Cualquiera, ¿qué más da?
22-Mes favorito
Todos en los que haga frío.
23-Tienes novio/a?
Estamos en ello, casi que preferiría novia, pero ya lo iremos viendo...
24-Has estado enamorado/a?
Creo que una vez, pero no estoy seguro. Ya no lo recuerdo.
25-y ahora?
Soy enamoradizo, pero eso es distinto. Ahora estoy buscando imposibles o cazando mariposas. Aún no lo he decidido.
26-De quién?
De alguien que no existe. Ahora, como exista, ¡no se me escapa!
27-Amigos(as) especiales:
Cinco, ya os lo conté.
28-Nombra una persona especial:
Diego y Cecilia. Me salto las normas pero no voy a quedar mal conmigo mismo por un #$%& test. Soy incapaz de elegir.
29-Te llevas mejor con chicos o chicas?
Generalmente con las chicas. Me suelen interesar más sus conversaciones. Aunque soy capaz de disimular mi interés muy bien entre tíos.
30-¿Qué es lo primero que miras del físico del sexo opuesto?
Nada en particular. Tengo varios niveles de descarte: el calzado, la cara, los ojos, el cuerpo,... Aunque al final, con que me atraiga sobra material.
31-¿Te hubiera gustado llamarte de otra manera?
Sí, tan sólo Julián, ¿te enteras hermanita?
32-¿Puede que este mail llegue a alguna persona especial?
A unas cuantas, espero...
33-¿De qué persona recibiste el e-mail?
Lo copié del blog de Buttercup.
34-¿Qué es para ti la persona que te mando este mail?
Ella lo sabe mejor que nadie.
35-¿Que piensas de la persona que te mando este e mail?
Idem.
36-Dile algo a la persona que te mando este mail
Como vuelvas a amenzar con dejar de escribir me planto con una pancarta en la puerta de tu casa.
40-Fumas?
Siempre lo he hecho, desde los veinte años. Ex me amenazó con abandonarme si no lo dejaba definitivamente. Cuando nos separamos volví a fumar. Lo dejaré cuando yo quiera, no porque alguien me lo imponga.
41-Bebes?
Mucho y muy variado. Una cervezita (casi siempre con limón) cuando hay sed, el mejor vino tinto que pueda conseguir acompañando una buena comida, un pacharán en el postre, gintonic y cervezas los fines de semana.
42-¿Cuál es tu peor defecto?
Perfeccionismo compulsivo, sentirme responsable de todo lo que me rodea, ser un bocazas, carecer de tacto social... Y todos esos otros que os voy contando.
43-¿Cuál es tu mayor virtud?
Las virtudes sólo las perciben los demás, uno mismo tan sólo las ve como adjetivos calificativos.
44-¿Cuál fue la última peli que viste?
Mr. and Mrs. Smith. Me pareció de lo mejor que he visto últimamente, con lo que quiero decir que últimamente me he tragado cada porquería que estoy a punto de dejar de ir al cine.
45-¿Radio o TV?
Depende del momento y el lugar.
46-¿Qué canción estas escuchando en este momento?
Sinfonía de teclas desgastadas en sol menguante.
47-CD favorito?
Los primeros de Mecano.
48-¿Quién te felicitó primero en tu último cumple?
Seguro que mi madre, su insistencia es persistente. Un año incluso me felicitó antes que Ex. Y eso que Ex estaba durmiendo a mi lado.
49-¿Qué te regalaron en tu último cumpleaños?
Unos pantalones unas botas de montaña de montaña. Todavía estoy domando las botas, desde entonces mis pies son únicamente un recipiente para las ampollas y las durezas. Los pantalones los domé en un sólo día, menos mal, no me imagino mi culo como recipiente de ampollas y durezas.
50-¿Cuál ha sido tu día mas feliz?
No lo recuerdo, olvido las percepciones del pasado con facilidad. Tan solo soy espectador de mi historia.
51-¿Y el más triste?
Muchos. Siempre recuerdo con especial dolor el día del entierro de mi tío-abuelo. Fue la última de las personas mayores a las que admiraba en irse.
52-¿Que odias hacer?
Hablar por teléfono me cuesta horrores, pero también me cuesta hablar en persona cuando no me apetece.
53-¿Qué haces antes de dormirte?
A veces oír la radio, por lo general ganar la cama a trompicones desde el sofá o desde la puerta de la calle, según el día.
54-¿Nombra a alguien a quien no hayas visto y quieras ver?
A un extraterreste.
55-¿Rubios/as o morenos/as?
Rubias, como decía el otro día. Aunque no me importa mucho, tanto Ex como las demás eran morenas. Las que eran rubias siempre me dieron calabazas.
56-Vainilla o chocolate?
Me gusta comer de todo, excepto sopa. Hay momentos para muchas comidas diferentes, nunca me apetece algo más que otra cosa por regla general.
57-¿Pepsi o Coca Cola?
Coca Cola Light con hielo y sin limón.
58-¿Cerveza o vino?
Ambas. Con sed cerveza. Para disfrutar vino.
59-Fumas petas?
Fumé una vez y no me gustó. Tampoco me gustan los puros ni los puritos. Sólo me gusta fumar tabaco. Y sólo Lucky.
60-¿Amaste tanto a alguien como para llorar?
Suelo llorar por mi mismo, es raro que llore por los demás y nunca ha sido por amor.
61-Lugar donde te gustaría que te besen!!!
No soy muy sensible. Prefiero las caricias o el contacto de la piel.
62-Color de ropa interior preferido
Gris o negro para mi, para ella negro o granate.
63-Flor(es)
Lirios blancos.
64-Tema de conversación mas detestado
Que alguien me cuente sus aventuras sexuales. Me aburre.
65-¿Disney o Warner Bros?
¿Esta pregunta tiene sentido en Europa?
66-Tu coche favorito?
Antes me interesaban los coches, hace un tiempo que los comencé a considerar medios de transporte. Le tengo mucho cariño al primer coche que tuve: un 600 rojo.
67-¿Quién de tus amigos vive más lejos?
Viven todos en el mismo sitio, menos yo.
68-Hora de dormir
Variable. Si estoy cansado me puedo acostar a las 21h30, si toca insomnio a las 3h00, otros días no duermo...
69-Mejor sentimiento
Calma.
70-Lo primero que piensas en la mañana cuando despiertas
Llego tarde (aunque no sea cierto). Y, sí, es angustioso.
71-Las tormentas, ¿te gustan o te asustan?
Me gusta estar debajo de la lluvia, aunque las tormentas en el monte tienen muy mala uva. Allí sí que dan miedo.
72-Tu programa de TV favorito
Ninguno, suelo ver telediarios o cine. Soy incapaz de ser fiel a una serie, en seguida me aburre la fórmula. Lo curioso es que antes sí que lo era. ¿Estaré madurando?
73-¿Qué llevas siempre?
Gafas metálicas.
74-Personas que no pueden faltar en tu vida
Nadie es imprescindible para nada.
75-Peli preferida
Suelo recordar con más facilidad los libros, las películas en seguida se van de mi memoria. No tengo facilidad para retener imágenes.
76-Te está gustando el test?
Lo estoy haciendo en multitasking, combinándolo con mi trabajo. Así que, al menos, me gusta más que mi trabajo. Últimamente siempre estoy haciendo tres o cuatro cosas a la vez, no me extraña que nada salga como es debido.
77-Cuanto tiempo llevas haciendo esto?
Dos horas de tiempo real, si me hubiese puesto sólo con ello habría tardado quince minutos.
78-A quien te llevarías a una isla desierta?
A esa que no existe. En caso de que se confirme su inexistencia, a mi soledad.
79-Canción que te llega?
Tantas... Días de Vino y Rosas escribía unas letras llenas de sensibilidad. Pero, como todo, lo voy rotando. Ya lo he dicho, no me gusta quedarme quieto.
80-Has hecho el ridículo alguna vez?
Vosotros conocéis unas cuantas, lo suelo hacer a menudo. Estoy tan acostumbrado que ya casi nunca me siento ridículo, aunque lo esté haciendo.
81-cuenta ese momento
Ya los iré contando, hay muchos momentos todavía en la memoria.
82-Un último deseo?
Cambiar de vida o que la vida me cambie, me sirve cualquiera de las dos.

Proyecto Hombre

Trabajé durante más de dos años en un centro de rehabilitación para toxicómanos. Lo que empezó como una colaboración para convalidar la objeción de conciencia continuó como un agradable voluntariado. Lo dejé cuando me trasladé definitivamente a Barcelona.

El proceso de tratamiento pasaba por tres fases consecutivas que podían recorrese en ambos sentidos según fuese el avance del paciente. Comenzaba por la acogida, seguía por la rehabilitación y terminaba con la reinserción. Desarrollé, junto con Stephen y otros compañeros, un sistema informático que gestionaba todos estos movimientos.

En alguna ocasión cedí a la tentación de husmear en las fichas personales. Lo hice mientras encontraba trabajadores en activo del propio centro y personajes relevantes de la vida social. Lo dejé cuando encontré a un antiguo compañero de colegio.

Como todos los novatos recibí mi bautismo de manos de la monja que administraba la metadona. Al llegar te servían un vaso de zumo de naranja con mezcla. No me explico qué gracia le encontraban a aquello, pero era un ritual ineludible. La metadona, diluida en zumo, no tiene ningún sabor, pero podrían tener la deferencia de preguntar si quieres probar una droga antes de engañarte. Quizá lo que buscaban era nuevos clientes...

Nuestro contacto con los pacientes era escaso porque solo trabajábamos en la sala de administración. Sin embargo, una vez al año los voluntarios compartíamos mesa en la comida con los internos. Era una experiencia extraña y en muchas ocasiones desesperanzadora. Reconocías con claridad al que estaba desenganchándose y al que estaba volviendo a engancharse.

Allí conocí a dos personas a las que guardo un cariño especial y un contacto esporádico. Son unas personas comprometidas y desinteresadas. Me han guardado en su corazón a lo largo de los años. Siempre que nos encontramos seguimos besándonos con cariño. De hecho ésta es una costumbre que ni siquiera tengo con mis amigos, pero con ellos es familiar.

Aquella experiencia me cubrió de una espesa capa de indiferencia ante la tragedia ajena que es complicado vulnerar.

05 septiembre 2005

Modelos de mujer

Ayer decidí darme un respiro. Así que mientras ponía la lavadora me tumbé en el sofá a dormitar la noche de domingo. Seguí las dos primeras ediciones de Operación Triunfo. Las veía con mi hermana, mi cuñado y Ex. Era una noche en la que nos juntábamos, cenábamos lo que nos venía en gana y pasábamos dos horas geniales.
Ahora no suelo ver la tele, en parte porque estoy ocupado y en parte porque no me gusta demasiado verla solo. El caso es que ayer, mientras veía Operación Triunfo, descubrí a Soraya. Aún no me había fijado este año en los concursantes, pero cuando la vi salir me pareció un encanto. Y con ese puntito de mala leche y bordería necesario.
Todo esto me hizo recordar las premisas que establecí cuando era joven, antes incluso de conocer a Ex. Yo no suelo recordarlas, pero para eso están los amigos. Zurda, de letras, rubia, más inteligente que yo y con las tetas grandes. Esos eran mis objetivos. Ex no cumplía ninguno de ellos y, sin embargo, me gustó. Supongo que con el tiempo uno valora otras cosas de las personas, pero al ver ayer a Soraya me di cuenta de que tampoco he cambiado tanto.

04 septiembre 2005

Bodas

La gente debería casarse con 22 años. Es fenomenal. Ahí está mi radiante novia, con una sonrisa que nadie será capaz de borrar. Mi hermano mayor, con 27 años y dos niños, baila un poco más al fondo con su mujer embarazada. En la barra, charlando tranquilo con un refresco en la mano, otro de mis hermanos disfruta de la noche mientras medita sobre el destino que elegirá para misiones cuando se ordene sacerdote el próximo verano. Sentado en las mesas, observándolo todo divertido, veo a mi hermano pequeño enlazando su mano con la que será su mujer en un par de años. Y la más pequeña de todos nosotros se esconde en una risa nerviosa para velar su interés por ese chico de la comunidad que la vuelve loca.

Esta es mi familia. Esto orgulloso. Dios se puso en el centro de nuestras vidas y su compañía nos hace más llevadero el camino. Ya estoy deseando incrementar esta fabulosa familia cristiana el año que viene...

Tal y como quería

Mi piso es un cúmulo de porquería. Hay patatas, restos de chucherías y manchurrones mire donde mire. Me he regalado un rato de calma antes de tratar de recomponer su habitual estado.

El fin de semana ha sido lo que esperaba. Mamá se enfadó conmigo. Me he agobiado de atender a cuatro personas y dos personitas a diario. En la boda me emborraché razonablemente. Tuve que recurrir a todo mi ingenio para salir con cierta elegancia de las redes de una adicta al cristianismo que me obcequé en conocer. Y ahora no me quedan fueras ni para teclear.

Pero cuando los planes funcionan, uno no tiene más remedio que sentirse bien. Y sonreír.

02 septiembre 2005

Cualidad con calidad


Ha sido la primera entrada de mi nueva agenda. Lo conocéis. Suele visitarme a menudo.

Casi nunca os hablo de mis cinco amigos de toda la vida. Aquellos que conocen cada historia que escribo. Hay más de veinte años de vida madurada y compartida. Me fascinan cosas distintas de cada uno de ellos. Hoy tan sólo os hablaré de la primera entrada.

Para él la vida no ha sido tranquila. Se ha visto obligado, en más de una ocasión, a capear vertiginosos temporales del alma. Aunque al final ha tenido suerte. Se lo merecía. Ahora descansa en una tumbona clavada en la arena amarilla de una playa repleta de exuberantes palmeras.

Lo que más me asombra de él es que, a pesar del sufrimiento, ha sabido cuidar su mejor cualidad: la sensatez. Siempre está tratando de corregir mi actitud alocada. Aportando un poco de luz a mis tinieblas. Cuando lo escuchas sabes que todo es tan fácil como él lo cuenta, aunque en ocasiones sea mi memoria la que le falle.

Cuando crezca me gustaría parecerme a él.

Como anillo al dedo

Te podría engañar,
nombrarte reina de mí.
Llamarte un rato...
conozco la forma de huir.

Y volverte a engañar,
decirte: todo va bien.
No hay nada extraño
en mi forma de ser.

Así que ven aquí y bésame.

Y podría contarte
que el cielo está entre los dos,
pero estoy cansado
de guiños de hoy.

Y la angustia es llanto.

Quiero que entiendas bien:
no soy para ti.
Soy enemigo de mí
y enemigo hasta morir.

Ámame sólo un poco,
sólo una vez.
Sin condición
y sin nada que perder.

Sensibilidad, fragancia exacta de mí.
En cada verso se deja morir.
¿Ves esta estrella en mi pecho?
Ella es quien dicta mi razón.

No creo que entiendas...

Puedes gritar mi nombre
y puedes sufrir.
Soy enemigo de mí
y enemigo hasta morir.

Enemigo - Días de Vino y Rosas

01 septiembre 2005

Una vez más

Hace un tiempo olvidé el pasaporte. Ayer perdí el móvil. Cuando olvidé el pasaporte me sentí gilipollas. Al gilipollas del pasaporte le parece gilipollas el gilipollas que ayer perdió el móvil. Y ninguno de estos sentimientos fue provocado por el olvido o la pérdida.

Se desvanece mi concentración, me disperso. No me soporto. Entonces pasan estas cosas.

Gork llamó al timbre de mi casa a la una de la madrugada. Le di plantón. No contestaba a sus llamadas. Tenía el móvil apagado. Pensó que me encontraría en la bañera, hundido en agua caliente.

Yo estaba sentado en el suelo de la terraza, insomne. Como una silla abandonada a la intemperie.

Me voy a buscar un móvil nuevo.

P.D. Dejo ahí debajo un cuento que escribí para Would.

El pavo de Would

Habían llegado al apartamento con la compra para toda la semana. No podían desperdiciar ni un minuto en banalidades el resto de los días. Querían disfrutar cada minuto de su escapada de amigotes en la noche bulliciosa de aquella urbe costera. El piso de alquiler había resultado perfecto, pocos muebles y muchas camas. Guardaron apresuradamente los kilos de pavo, las cervezas y la escasa fruta que le habían permitido comprar a Would.
Se arreglaron a toda prisa y salieron de casa con impaciencia. Su ronda nocturna por las discotecas empezaba con retraso. Después de visitar un par de bares y dar palique a unas cuantas chicas, Would se dio cuenta de que faltaba uno de sus amigos. Seguramente se había perdido con aquel grupo de encantadoras francesas con el que habían estado hace un momento. Menudo bribón estaba hecho. Seguro que no lo veían hasta la mañana siguiente. Terminaron la noche entre risas y juegos, volviendo en eses enlazadas hasta el portal. Ninguno recordaba como subieron hasta el piso, pero a la tarde siguiente cada uno se despertó sobre su cama. Alguien preguntó por el amigo perdido mientras se desperezaban entre monosílabos sobre la noche anterior.
-Seguro que tardamos un par de días en verlo -dijo Would-. Ya sabes que siempre ha sido un cazador nato... -añadió conteniendo la risa.
Se sentaron en la mesa para merendar. Cuando Would abrió la nevera observó los numerosos saquetitos de pavo por todos los lados. Parecía una invasión alienígena de extraterrestres con piel de plástico y corazón de papel. Después de llenar el estómago bajaron un rato a la playa. Se bañaron, jugaron al voley y charlaron con algunas chicas. Esa noche prometía.
Cenaron de nuevo en la mesa y de nuevo se prepararon pavo. Would consiguió comer algo de fruta ante las protestas generalizadas. Tuvo que defenderse argumentando que el pavo había terminado por producirle severas arcadas. Retomaron la ropa del día anterior y se lanzaron a una nueva gymkhana de discotecas. El mismo recorrido que el día anterior. El mismo resultado. Would se encontró a mitad de noche echando a faltar a otro de sus amigos. Era increíble. Allí todo el mundo conseguía ligar. Se consoló pensando que alguna noche llegaría su hora.
La tarde siguiente se levantaron con una brumosa resaca. Would comentó que era extraño que sus dos amigos hubiesen olvidado el móvil en el apartamento.
-No saben nada éstos -comentó uno de los supervivientes-, lo han hecho para que no podamos localizarlos. Se las quieren quedar todas para ellos -terminó entre risas.
Cuando Would abrió la nevera aquella tarde, el pavo parecía haber proliferado. Se extrañó de que todavía quedasen tal cantidad de extraterrestres. Sin embargo, la imagen de dos pavos copulando entre gorgoritos en el interior del frigorífico disipó su inquietud. Se les había hecho tarde, así que la playa estaba descartada, cena rápida y a devorar la noche.
Esa noche Would fue el elegido. Cuando aquel grupo de extranjeras de tez pálida lo abdujo de sus amigos supo que había llegado su hora. Charló con ellas durante más de media hora, mientras sus amigos se perdían en otras desventuras. Una de ellas lo miraba con más interés que las demás, así que Would cargó con toda la artillería. Pasearon por la playa desierta, con una media luna iluminando las olas. Ella lo miraba con ojos codiciosos. Would se sentía fatalmente atraído por aquella mujer espectral. Llegaron al final del paseo en los riscos que encerraban la playa. Entonces ella le cogió de la mano. Conforme las afiladas garras penetraban con facilidad la piel de su pecho, un momento antes de que despedazasen su atónito corazón, Would lo comprendió todo.