15 septiembre 2005

En pocas palabras.

He llegado otra vez a ese momento. Como siempre sin enterarme. Suele coincidir cuando el exceso de trabajo se junta con un estado físico penoso. Y me cuesta abandonar esta apatía varios días. Mi obsesión por salvar esta condenada empresa hace que nunca me niegue a asumir nuevos proyectos, aunque no disponga de tiempo ni de energías para ello. Es cierto que soy 'jefe de fábrica', pero soy de esos que llevan el mono encima del traje. Por lo que mi trabajo requiere una concentración mental absorbente, que barre de la cabeza cualquier otro tipo de pensamiento. Enlazo ciclos que me tienen anclado a la silla más de doce horas al día, que me persiguen durante el fin de semana, que abocan mi mente hacia un objetivo único, que me desconectan del mundo. Todo se reduce a aplicaciones informáticas, llamadas de teléfono, conversaciones en idiomas ajenos, abrasadoras reuniones con clientes y situaciones críticas de todo tipo. Y lo peor es que no me permito desviar mi atención del meollo ni un instante.

Así que me instalo en una cómoda rutina que va consumiendo los días sin dejar rastro. Paso por la vida inerte. Evitando mirarme. Pero en un segundo todo se descontrola, los esquemas mentales se desmoronan. El autocontrol desaparece. Entonces me encuentro de noche en la oficina, intentando descubrir palabras que me devuelvan el equilibrio. Aunque lo único que deseo es llegar a casa y que tú me regales todo eso que ya te he contado. Y languidecer arropado en tus brazos.

Por eso me instalo en el autismo. Porque a pesar de que sé que no existes, me atormenta la insoportable tentación de convencerme de que te conozco. De que aunque no lo seas, podrías llegar a serlo. De que sólo es que estoy un poco ciego y no lo he visto. El egoísmo me conduce por una senda que lleva a un lugar que ya conozco. Que Ex conoce muy bien. Y aún me interno más en las sombras, porque junto mis últimas fuerzas para vencerme. Y me cuesta. Y entonces es cuando más me duele la soledad.

Son días en los que deberías salir corriendo y alejarte todo lo que puedas de mí. Por tu propio bien. Y por el mío.

18 comentarios:

susej dijo...

¿Y qué es lo mejor? ¿qué es el propio bien?
Anda, levántate, ve a la máquina, cógete un café, y respira hondo, y rechaza esa horrible sensación de los dedos frios de la Soledad agarrando tu corazón, luego, más tranquilo verás como nada es tan horrible. Por experiencia.

Y recuerda que nos debemos cafes.

susej dijo...

¿Y qué es lo mejor? ¿qué es el propio bien?
Anda, levántate, ve a la máquina, cógete un café, y respira hondo, y rechaza esa horrible sensación de los dedos frios de la Soledad agarrando tu corazón, luego, más tranquilo verás como nada es tan horrible. Por experiencia.

Y recuerda que nos debemos cafes.

elmasmalo dijo...

Es el momento de huir, de buscar un camino que te aleje de todo y de todos, desde el que puedas ver tu vida desde fuera, y te ayude a replantearte todo con energías renovadas...

Raist dijo...

Yo creo que al final no merece la pena dejarse la vida por la empresa... el día que ellos no te quieran por lo que sea no tendrán piedad...

De modo que está bien que seas responsable, pero no te dejes la vida en ello.

Por otro lado, intenta abandonar esa amargura joder. Disfruta de las cosas. Busca cosas para disfrutar. No es difícil. Va. Arriba.

Pow dijo...

Raist, me conoces. Esto me dura poquito, sabes que en el fondo estoy muy contento con mi vida y sobre todo con esos 5 pedazos de capullos que me aguantan y sostienen siempre. Aunque a veces no sólo les necesite a ellos ;-)

HELEN -Mamá In Design- dijo...

Supongo que el dia que dejes de pensarla, se dejará ver por si sóla.

Prich dijo...

Abre la ventana, respira hondo y grita como un poseso.

Con eso te liberarás de la tensión un buen rato, y luego te echarás unas risas con la cara que ha puesto la gente de la calle al oir un berrido bestial desde un cuarto piso.

Anónimo dijo...

Regocijarse en la propia mierda es un camino sólo de ida...

nocheoscura dijo...

"Preso de fábrica"...

Yo que más o menos estoy en la misma situación me he replanteado mi futuro, por ahora me va bien, cada día es un día menos para el comienzo. He decidido vivir una aventura, tal vez no llegue a buen puerto pero la podré contar.

Pow dijo...

Nadia, o no te enteras o no me explico... No me regocijo, sino que observo, acepto, aprendo y sigo mi camino.
Negar la evidencia es un camino de insatisfacción a la larga...

Wanda◦○ dijo...

Si quieres te presto mi cuenco con piedras de colores, quizás te ayudarían a dejarte en él tus pensamientos laborales y centrarte en lo que es tu vida fuera del mono.

No es difícil hacerse tu propio cuenco de colores, recuérdalo.

Hija de la Locura dijo...

A veces tambien es mejor que no esten muy cerca de mi...

Me gusta tu blog, me paseare por aqui de vez en cuando.

Un abrazo peke!

Buttercup dijo...

Yo te presto mi Munch, pero creo que te da miedo...

dijo...

Pues yo te he entendido perfectamente y has parido un post de dimensión humana, profundamente humana. Dan ganas de abrazarte y decirte que no te preocupes, que pasará...

Alea jacta est dijo...

tBonito post, se que es duro verte absorvido por completo por tu trabajo, pero también es duro recorrer el camino del aprendizaje y nunca niegues la evidencia.

Awake at last dijo...

Todo pasa, mañico borrico, y llegará un día en que eches de menos incluso el vacío que te corre ahora mismo por el cuerpo, porque ni siquiera el dolor obedece a nuestra voluntad.

Besos!

Pow dijo...

, ¡cómo te pasas conmigo! Hazle caso a Awake, soy un borrico, de veras ;-)

Isthar dijo...

¿Sabes cual ha sido mi respuesta inmediata a lo que has escrito? Una sonrisa :-)

Así que eso voy a dejarte, para que las hiles con las que sé que sacas a menudo ;)