Dejaré pasar los minutos mientras intento enlazar alguna broma sútil que sólo entenderá mi padre. Esquivaré las preguntas con las que me ametrallará sin tregua mi madre. Y trataré de entender a mi abuela.
Huiré de allí en cuanto el tiempo comience a contarse en número par. Me refugiaré en mi casa, mientras espero a que los demás terminen la sobremesa. Quizá lea algo, como el año pasado.
Hubo un tiempo en el que esperaba de esta noche la magia que se me negaba el resto del año. Alguien escuchó mi deseo y me lo concedió, allá por 1.997. Hay que tener cuidado con lo que uno desea, ya sabéis, por si te lo conceden. Pues eso, que no tenía ni idea de desear.
Desde entonces lo único que quiero en esta noche es ver a mis amigos, tomar unas cuantas copas en buena charla y escapar de la noche sin más daños. Espero que hoy se cumplan mis deseos.