08 diciembre 2005

Diálogos no sonoros

Mi abuela y mi tía, madre e hija, nunca pronuncian armario. Siempre dicen almario. Cada vez que las escucho me las imagino cada mañana abriendo su almario, eligiendo un alma romántica de terciopelo o un alma cansada de pana acorde a su estado de ánimo. No puedo evitar sonreír.

Mi padre, que es la única persona de la familia capaz de percibir mi inevitable capacidad para lo absurdo, me lanza una mirada lateral acompañada de una mueca alegre.

Yo me pregunto si sabrá el motivo por el que me río. Lo imagino en mi funeral, leyendo un sentido discurso con su arraigado acento aragonés, recordando mi esencia y explicando ese momento de mudo entendimiento.

Y todo esto ocurre en un par de minutos de desconexión. Cuando vuelvo los almarios ya se han cerrado y las sonrisas se han estirado. Nunca hablamos de ello ni nos damos explicaciones. Porque nadie se da cuenta de que no he estado allí. Nadie excepto, tal vez, mi padre.

17 comentarios:

Miss Kubelik dijo...

Ahhh, las reuniones familiares... Generalmente yo tampoco "estoy" ;)

. dijo...

Andaba de paseo y...
Me gustó tu blog...
Me hizo pensar en que...no sé quien me conoce, en que ni mi padre ni mi madre saben realmente cómo soy...

Saludos...no soy nueva acá, sólo es un borrón y cuenta nueva...eliminé todos mis escritos anteriores...

koalitta

susej dijo...

La verdad que tiene casi un algo poético el término "almario".
¿Otro con alergia a las comidas familiares? :)

would dijo...

Yo como ne tengo educación me cargo el ambiente que creas con tus posts, pero seguro que me lo sabes disculpar.

¿Alguien ha ido a un colegio de curas y ha oído cómo los curas no tienen problemas para decir "examen" pero sí para decir "seso"?

Pow dijo...

Would, desde tu castración se echan de menos tus comentarios... Ya sabes que me encanta que aportes tu genial visión a cada una de mis chorradas. ¡No dejes de hacerlo! ;-)

Y por cierto, estudié 12 años en un colegio de curas. Sé de lo que hablas :-D

dijo...

Yo estudié en uno de monjas. Iba a contar algo pero me lo guardo para un post. bueno, va, no, lo cuento.
la directora nos hacía discursos morales que siempre acababan ponieéndonos (metafóricamente, claro) una piedra de molino atada al cuello.
bueno esto no tiene nada que ver con los almarios, no?
Oye tu eres un chico, verdad...?
Estoy fatal, lo sé.

Isthar dijo...

Me gustan esas complicidades sin desvelar, en las que sonríes en tu mundo por algo que sólo tu comprendes, mientras alguien se cruza con tus ojos y sonríe.

Puede que entienda o no la razón concreta tu sonrisa, pero lo que está claro es que el momento es un guiño cómplice de esos que te hacen sonreír más todavía.

Jop, me encantaría tener un almario ;)

Raist dijo...

Realmente tienes una capacidad fuera de lo común para lo absurdo...

Prich dijo...

que visión más tétrica. Tu padre leyendo en tu funeral.

Pow dijo...

, si te sirve de consuelo, no eres la primera persona que duda de mi género. ;-)

Por suerte, yo no tengo ninguna duda.

Unknown dijo...

....lo malo de las miradas cómplices es que es difícil saber hasta donde pueden llegar, porque si te calan en algo tan inimaginable como ésto, cualquiera le esconde a tu padre que le ha rayado el coche....

Sofía B. dijo...

A veces guardo el alma en el almario
porque me condiciona su inocencia
y tengo asuntos varios entre manos
que deben barajarse con astucia
[...]
Cuando por fin la saco del almario
con sus alas más bien alicaídas
pálida como nunca me contempla
con tristeza y un poco de rencor


Ahora cuando lo oigas te acordarás de Benedetti :o)

Esther dijo...

me encanta esta manera tan dulce y poética de recordar a la familia que induce a pensar que es amor lo que te hace sonreir frente a esa deformación de una palabra... ¿es discrección por lo que no se habla del tema o es simplemente el no querer que eso cambie? Un saludo

Ashavari dijo...

Lo siento Dorian, pero tengo el record. 13 años en colegio de curas. Jajaja. (A ver si eras mi compi de clase y no lo sabemos)Me encantó la expresión del aLmario.

Bito dijo...

Y esa complicidad entre tu padre y tú ¿no es quizás la que convierte el momento "almario" en un momento de parón temporal en la rutina en pro de unos segundos de magia y cuento?.

Mira que odio ser repetitivo y no me gusta nada regalarme con las palabras, pero chaval, contigo no puedo hacer nada más... lo de las almas me ha dejado sonriendo.

Pow dijo...

Athe, admito que tendré en cuenta a Benedetti a partir de ahora, pero mi abuela es más vieja. Así que el mérito sigue siendo suyo :)

Esther, supongo que no se habla de ello porque se nos olvida en cuanto pasa. Y, aunque mi padre lo entienda, no es que le interese mucho...

Ashavari, aporto 4 años más en colegio de monjas. Y el de curas era solo de chicos. ¿Puedes superar eso? ;-)

Anónimo dijo...

En el instituto, mi amiga, estudiaba los huesos del escleto y, fíjate tú, eran los mismos que los del esqueleto de los demás