05 junio 2006

A la fuga (6)

La semana que siguió a aquella noche de confesiones sonoras e inaudibles transcurrió en el tiempo que dura un compás desmañado. El lunes Sandra cenó en casa de Alberto, con el ronroneo de la televisión inmiscuyéndose entre los resquicios de sus palabras. El martes Alberto cenó en casa de Sandra, con el silencio de la bóveda estrellada alimentando las pausas consagradas a la respiración. El miércoles Sandra fue a nadar a la piscina y llenó sus oídos de húmedo vacío, Alberto corrió unos cuantos kilómetros y la sinfonía de una voz le susurró empalagosas rimas en los aledaños colindantes a sus tímpanos. El jueves compartieron un menú de ensaladas encaramados a altos taburetes al son de un ruido discorde. El viernes los efectos especiales de una película de superhéroes empaparon el interior de sus cavidades auditivas con aspiraciones de reminiscencias futuras.

Alberto se sentía a gusto cuando estaba con Sandra. Aunque le resultaba extraño besar en la mejilla a la madre de su hijo, acompañarla como un amante de los de antes hasta la puerta de su casa y despedirse con una sonrisa melancólica teñida de deseos de mañana.

Ella disfrutaba de aquella sensación de noviazgo en ciernes, paseando por una ciudad que los había adoptado como ciudadanos exclusivos. Nunca se había sentido tan calada de otra persona, la existencia periférica se diluía cuando estaba con él. El tiempo discurría en una dimensión nunca antes imaginada. Se estaba enamorando sin poder evitarlo. Y le encantaba.

Juntos descubrieron el placer de compartir un cigarro en cualquier banco del parque mientras la luz se extinguía en grados de pereza, la extravagante combinación de sabores formada por los piñones y la calabaza, los más resguardados escondites que la ciudad ofrecía a aquel que tuviera el valor de descubrirlos y la depreciada impresión de nunca tener prisa.

Aquel sábado, un inocente gesto de cercanía irreprimible reavivó el incendio que los había convertido en cenizas de madrugada. Y la memoria se impregnó de todo lo que en otra ocasión le había sido birlado por el aturdimiento.

El domingo, mientras remoloneaban en el fotograma de un abrazo, las sábanas les exigieron no volver a separarse. Se sintieron tan felices y cobardes que no tuvieron más remedio que acatar la orden de no volver a abandonarse.

Y así es como comenzaron a componer su revisión de cruz de navajas, engañando al solapamiento de los turnos con pícaras jugarretas de patio de colegio y congelando la sonrisa estúpida que se dibujaba insolente en sus rostros cuando la evaporación de la nostalgia empañaba la mirada.

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16 comentarios:

susej dijo...

Mientras te leía, escuchaba esto:
"
¿Dónde estabas en el 86
cuando no sabía nada de ti?
Argentina 3- Alemania 2
y esto va a acabar así?

¿Dónde estabas en el 82
cuando Italia conseguía su fin?
Yo un verano más llego a la final
pero no paso de ahí?

Tiras a puerta sin pensar
sin han aprendido ya a animar?
Te dirá que sí, te dirá que sí?

Entrenaba con la Holanda de Cruyff
pero nunca le tocó decidir?
Kempes, díselo: todo terminó
y el balón es para mí.

Tiras a puerta sin pensar
si han aprendido ya a animar?
Te dirá que sí, te dirá que sí?"

Un saludo...

Bito dijo...

Ummmmm ¿seis? ahora que he vuelto de vacaciones será mejor que me ponga al día con esta historieta.

Por ahora un saludo Dorian ¿todo bien?.

Pow dijo...

Todo bien, señor Bito. Un placer tenerle por aquí.

Otro día me cantas esa canción, Susej, que no consigo ponerle notas...

susej dijo...

Busque en esta página http://www.tachenko.net/tachenko.asp en el apartado de letras y canciones, una de las que suenan es 1986

Giro dijo...

"deseos de mañana"


...woow.

isterica dijo...

Aishhhh! Yo quiero eso!!! Posponiendo lo del embarazo pero, eso!

Anónimo dijo...

uf, disculpe, pero tengo que encontrar esa cosa llamada tiempo para leer todo esto como se merece.

HELEN -Mamá In Design- dijo...

Cada dia te superas mas en tus escritos... al final hasta voy a empezar a pensar que no eres tan de piedra como pretendes ser.

Besitossss de amor!!!

Miada dijo...

Bonito final, no sé por qué pero esperaba lo contrario, me has sorprendido gratamente...

Un beso.

Isthar dijo...
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Azena dijo...

ay... qué bonito...

Isthar dijo...

Me portaré bien, sorry...

Pow dijo...

Miada, ¿quién ha dicho que éste sea el final? ;-)

Ish, sé mala y sújetate bien ese estómago con las dos manos, que vienen curvas... :-P

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Me gusta esta parte 6, más que las otras. Es más poética, nos ayuda a darnos una vuelta por el interior de los personajes.

Buena zambullida.

Iván dijo...

Es en los ratos de grata rutina, cuando mejor se comparte lo que es estar enamorado :)

Anónimo dijo...

Super color scheme, I like it! Good job. Go on.
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