Mi regalo del juego del amigo invisible que organizó Helen llegó con nueve minutos de retraso. Una historia y un cuadro. La espera ha merecido la pena. Mucho.
Nunca he sabido llorar por fuera. Dicen que este tipo de personas no son capaces de sentir. Quizá tengan razón. Pero el siete que se ha hecho en mitad de mi alma está escociéndome bravo desde que leí tus palabras.
Hoy te quiero desear un mar de felicidad, olas de alegría, resacas de momentos irrepetibles y toda la sal que necesita la vida. Eres el mar. Eres ese mar del que te hablo. Yo también quiero serlo.
Porque me has hecho llorar. Y me gusta.
Gracias.
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6 comentarios:
Parece que tú también tienes tu corazoncito...
A veces pienso que no queremos mostranos débiles ante los demás, en el fondo creo que pensamos que nos harán más daño si nos mostramos vulnerables.
Un abrazo
....a ver si va a resultar que es usted mortal después de todo....
Qué tienno...:)
Nos vas a hacer llorar al resto...snif, snif...
Gracias.
Es mi pasado, y no puedo huir de el, pero si que puedo aprender...
Gracias, de verdad.
Somos una misma alma en dos cuerpos, los dos pertenecemos al mar, eso es lo que nos une.
Muchisimos besos, y te deseo lo mejor para este proximo año.TQ.
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