19 abril 2008

La casualidad (¿causalidad?) del reencuentro

Estaba enviando un mensaje acerca de envolver a un gato y a un ratón con osos, princesas y niños en taparrabos cuando lo he visto. A pesar de que sus facciones se han endurecido en los últimos diez años, he reconocido su voz al instante.

La nuestra fue una relación extraña. Él es tres años mayor que yo y, aunque este hecho no represente ninguna diferencia notable ahora, marcaba distancias a la edad en la que nos conocimos. Sin embargo, supongo que más por su voluntad que por mi curiosidad, establecimos un consistente diálogo cuando nuestras vidas rondaban la veintena.

Siempre me pareció un tipo interesante, reflexivo y con la cabeza bien amueblada. Nuestra historia común terminó a la par que la práctica del deporte. Siempre he sido persona de pocos amigos y carezco del ímpetu por conservar los lazos con mi pasado.

Años más tarde supe que se había casado con la primera chica a la que besé, lo que me provocó una agridulce sensación de bienestar. Ese beso, que nunca ha estado en mi memoria, suele ser recordado por mis amigos con el apelativo de "lengüetazo flojo". Hace un par de meses me enteré de que el hermano de su mujer había aparecido muerto en circunstancias bastante escabrosas. Estas dos únicas noticias resumen para mí su vida en la última década.

Cuando me ha saludado esta mañana, he sentido ganas de contarle lo que estoy contando, pero me he limitado a intercambiar banalidades y escurrir el bulto ante su "hace un par de meses murió el hermano de mi mujer".

5 comentarios:

Wanda◦○ dijo...

Pués vaya con tu amigo, parece la alegría de la huerta. Hay gente que es verdad que le pasa de todo al cabo de su vida, supongo que de eso no nos escapamos nadie, pero me ha dado la sensación al leerte que este es un alma en pena.

Benjuí dijo...

Sí, sucede que inopinadamente se te presenta el pasado en carne y hueso, y a las emociones les cuesta arrancar.
Cuánta gente tengo en la trastienda de la memoria.

Alnitak dijo...

Hacia tiempo que no venía a visitarme pero me alegro de volver porque además por alguna extraña razón a mucha gente le ha dado por escribir sobre casualidades, quizás Mayo sea el mes de las casualidades.
Besos

Bito dijo...

Joder, Pow... que se le echar de menos.

Ashavari dijo...

Encantada de releerte después de tanto tiempo... Un placer :)