21 enero 2008

La mecánica de lo irrelevante

La concentración requerida por el proceso de aprendizaje disminuye la tendencia natural a la dispersión del ser humano. No obstante, una vez que la actividad aprendida puede ser realizada de modo semi automático deja de ser un proceso para convertirse en una mera ejecución.

De este modo, resulta sencillo ejecutar la secuencia que nos permite caminar mientras el cerebro procesa actividades todavía fuera de nuestro ámbito de mecanización. Somos capaces de comer mientras debatimos con denuedo el impacto en la economía doméstica de la apreciación del euro frente al dólar. O nos permitimos calcular la ruta más corta para alcanzar un destino a la vez que sorteamos el tráfico a los mandos del coche.

La historia nos ha demostrado que el hombre ejecuta con el paso del tiempo automatismos cada vez más complejos, lo que me ha llevado a pensar que en el futuro quizá podamos dedicar la mayor parte de nuestro tiempo a pensar en niveles mucho más abstractos.

Más tarde he visualizado a gente tropezando con las aceras, comensales atragantados y estúpidos accidentes de tráfico. Y he concluido que el hombre ha perdido la capacidad de disfrutar de las cosas sencillas.

6 comentarios:

humo dijo...

Recuerda que la inteligencia se distribuye entre la población siguiendo la curva de Gauss...
Sin afirmar taxativamente que los accidentes - del tipo que sean - deriven de la falta de inteligencia, sí creo que son pequeños fallos en la automatización que pueden tener graves consecuencias,y que llamamos "torpe" a quien sufre esos cortocircuitos con mayor frecuencia.

En cuanto a disfrutar de las cosas sencillas... No está reñido con la complejidad de nuestras redes neuronales, creo, sino más bien al contrario (una cosa es el placer que produce la satisfacción de una necesidad y otra el goce estético).

Ufffff, creo que debería irme a la cama.

susej dijo...

Sip, por eso cuando se recuperan algunos de esos sencillos placeres uno disfruta como si fuera lo más sofisticado.

Wanda◦○ dijo...

Pobre de nosotros el día que nos acostumbremos para hacerlo todo, desde lo más sencillo a lo más complejo. Aparte de ser una marioneta en las manos de un torpe accidente, debe de ser aburridisimo hacerlo todo como un automata.
Me ha gustado mucho esta entrada, es sencilla pero muy muyyy compleja.

Jause dijo...

Seremos como una naranja mecánica, estaremos condicionados y no disfrutaremos de los placeres de realizar nuestras propias acciones, unos meros títeres de nuestro subconsciente, unos de servidores del anodino curso de nuestra existencia, disfrutemos de las cosas como si fueran la última vez.

Bito dijo...

Hummm no estoy de acuerdo contigo, no es que el hombre haya perdido esa capacidad (que posiblemente sí la ha perdido pero no creo que se vea reflejada en lo que comentas) sino que en estos casos el cerebro como herramienta cuasi perfecta que es sabe derivar atenciones, quitar trabajo acumulado y concretar. Concretar siempre.

Quizás hayamos perdido esa capacidad porque ultimamente ya nada resulta sencillo.

Mandarina azul dijo...

Te expresas con una sencillez y facilidad apabullantes. Yo, para expresar tu idea, hubiera dado muchas más vueltas. Y quizá ni así lo hubiera conseguido.

:)