15 octubre 2006

Desnudez social

-¿Nos vamos a ir ya? ¿O qué? Llevas todo el puto día mirando la tele...

Mi vecina le ha ladrado este arrumaco a su novio hace un rato. Lo he oído tumbado en mi sofá, mientras leía fascinado como Miranda le hacía la vida imposible a Andy con sus absurdas exigencias y la Torroja desgranaba añoranzas de antiguos amantes.

Ayer comimos un bocata de calamar bravo tumbados sobre la hierba de la plaza, berreamos como quinceañeros enloquecidos las canciones de Mecano en el Paseo, continuamos berreando y charlando en los bares, acompañados por la justa medida de cerveza y nicotina. Y nos retiramos a una hora prudente, con la noche todavía sobre nuestras cabezas, caminando sin prisa por las atestadas calles de la ciudad.

Esta mañana me he levantado muy tarde. Tras una esmerada ducha, mamá siempre aprovecha para olisquearme cuando me besa, he planchado una camisa y he caminado hasta casa de mis padres para compartir una excesiva, si ella está al cargo siempre resulta excesiva, comida con los míos.

Al volver he cogido el libro que me había prestado mi hermana y he comenzado a leer tirado en el sofá. Creo que ahora mismo voy a volver allí para seguir disfrutando de esta gloriosa tarde de domingo.

Es mi vida. Y aunque algunos desearían que incorporase algún elemento más, me siento feliz con ella. Sobre todo cuando las paredes no pueden retener los ladridos que confirman la existencia de esos elementos adicionales. No necesito adornos. O al menos no los necesito por el momento.

11 comentarios:

dijo...

Eso es lo que busco yo: mis domingos.

HELEN -Mamá In Design- dijo...

y cuando necesites redecorar tu vida seguro que hay algun adornor brillando para ti.

Estoy segura de que el domingo fue perfecto, yo no me imagino un dia de relax mejor.

Besitossss Pow!!!!

Esther dijo...

los adornos sólo disfrazan...

ORACLE dijo...

que razón tiene esther...

Anónimo dijo...

Es que es una buena vida. Es la tuya. No la cambies si no quieres.

Esther dijo...

A mi me gustas así....

elmasmalo dijo...

Sin incovenientes desaparece el problema. Sin ventajas no hay virtudes.

isterica dijo...

La lectura de hoy me ha resultado relajante y me recuerda muchos de mis domingos. Eso sí, en los míos no hay visita a los padres.

Anónimo dijo...

¿Adornos? ¿Y lo que cuentas qué es?

sergisonic dijo...

los adornos sólo son importantes cuando dejan de serlo.

Alnitak dijo...

Si al menos yo sintiera esa agradable sensación de bienestar, tampoco los necesitaría.

Pero me alegra saber que puedo llegar a conseguirlo, porque si tu lo has hecho ¿por qué no los demás?