12 octubre 2006

Convalecer

Rebeca miraba el semáforo a través de los huecos que formaban en el cristal las gotas de lluvia. El rojo y el verde se habían sucedido veintisiete veces en los últimos quince minutos. Detestaba con pereza la fiebre que la mantenía adherida al sofá. Cuando se veía obligada a detener el fluido ritmo de su actividad, el cerebro se le teñía de azul cobalto. Y los pensamientos se deslizaban apelotonados entre los grumos de aquella densa pintura.

Clic. Verde de nuevo. Rebeca se arrulló con la manta sin apartar la mirada de la luz. Los latidos de su percepción parecían marcados por aquel semáforo. Mientras esperaba indolente el siguiente impulso, se le ocurrió que el tiempo se había distorsionado. Las unidades habituales, milisegundos de ir y venir con prisa por llegar a ninguna parte, se habían expandido hasta alcanzar los intervalos que separaban cada intercambio de luz.

"Siempre debería ser de esta manera", pensó. "Que la vida transcurriese tan solo a borbotones para que fuese posible observarla con detenimiento durante las paradas entre cada pulso de avance".

6 comentarios:

Lydia dijo...

Qué belleza, te imaginas?

sergisonic dijo...

vivir a "batzegades",que decimos en catalán.
es más cansado, eso sí.
saludos sónicos,

sergi

Lydia dijo...

Para algunos sucede que sus vidas son tan aburridas que parecen necesitar ordenar o planificar la de los demás. Yo acabo de venir de una de esas sesiones en familia, pero hoy no me ha afectado nada. A tí te quedan dos opciones:

1. Que hablen, déjalos. Y que suene en tu cabeza: My generation de The Who tan alto que no haya nada más alrededor. Te prometo que funciona: los de alrededor parecen protagonistas estúpidos de una película muda y te reirás de ellos.
2. Por otro lado, con alma de gánster me ofrezco a que sólo me digas el nombre de quien te moleste. Yo me encargo (doy la última calada y tiro el cigarrillo que apago con la punta del zapato) ;)

Anónimo dijo...

Bueeeeeno, es algo descabellado pero podría funcionar... a cuántas trenzas de manta con flecos dices que equivale un borbotón? :P

Pow dijo...

Juajua, me quedo con la opción 2, Holly. Tan solo por la impagable imagen de verte envuelta en una gabardina mientras giras el tobillo sobre la colilla. Debe ser indescrifrable la mirada que acompañe a ese gesto ;-)

Darkblue7 dijo...

Precioso texto.
Yo no me quedo mirando los semáforos, peor me encanta dejar pasar uno dos metros, sentado en el andén. O quizá pasear en el retiro sin ninguna duirección. O sentarme en un bacno y ver pasar la gente corriendo por la calle Alcalá.
El tiempo es lo que hagamso de él. Nada más.