01 agosto 2006

SMI: Solo en la oscuridad

Young oteó el horizonte en la oscuridad hasta que la sensación de ridículo le hizo bajar la mirada. De pie, con las manos en los bolsillos, meditó acerca de lo que debía hacer. Se suponía que aquella situación iba a poner a prueba su capacidad para enfrentarse a la oscuridad, al acoso de la implacable soledad e incluso al advenimiento de una muerte angustiosa. Resultaba irónico que los evaluadores hubiesen considerado esos miedos un desafío. Lo habían bioescaneado, ¿cómo se les podía haber escapado que para él tan solo representaban una oportunidad de diversión inesperada?

No se sentía preocupado por la falta de comida, a pesar de que en el espacio inducido le hubiesen cortado el suministro automático de nutrientes. Se había convertido en un experto en el racionamiento selectivo de alimentos, un sencillo truco que había aprendido a lo largo de sus interminables tardes enganchado a la red de éxtasis. Por contra, la bebida podía llegar a resultar una complicación ineludible para la obtención del certificado. Las reglas dictaban que morir equivalía a perder. Y eso era algo que no estaba dispuesto a permitir.

Sin embargo, lo que más nervioso le ponía era el impune escamoteo de su implante de inyección de droga. Sabía que el principal problema al que se iba a enfrentar durante todo aquel proceso sería un mono de mil pares de demonios. Tal vez la ansiedad no fuese catalogada a efectos de cálculo como un miedo posible, pero tenía la certeza de que la iba a generar en niveles que no admitían disimulo.

Se sentó en el suelo abrazando sus rodillas. Pensó que era tan imaginable que hubiesen programado comida en algún lugar cercano al punto de partida como en los confines mas lejanos del recinto. En cualquier caso, no tenía manera de adivinarlo. Supuso que aquella realidad inducida sería un espacio vano, sin referencias. No iba a importar demasiado el lugar de colocación, la desorientación lo tendría dando vueltas sin sentido sin poder saber si avanzaba o retrocedía.

Un bostezo lo avisó de la inminente invasión del sueño. Se había acostumbrado a dormir en cualquier momento, guiándose tan solo por el latente impulso del cansancio súbito. Las constantes de su organismo se habían desordenado sin remedio. Sabía que no había nada que pudiese hacer para resistirse. Se tumbó en el liso suelo de madera confiando en que la mala vida a la que se había sometido en las últimas semanas le garantizase unas cuantas horas de descanso. Ya habría tiempo más tarde de retomar los problemas.


N. del A. He reescrito este capítulo más diez veces. Y sigue sin gustarme. Es tan plano que me produce una parálisis mezquina y enfermiza. Conozco la historia de Young hasta su desenlace. De hecho, ya la conocía hace varios días. Sin embargo, cuando llego a un punto que no soy capaz de resolver como me gustaría entro un bloqueo insalvable. Situaciones como ésta son las que avivan mi frustración, son las que hacen que odie cada palabra que escribo. Disculpad pues este pasaje vacío y sigamos con el cuento hasta que vuelva a encontrarme a gusto con el texto.

N. del A. (2) La nota anterior la he reescrito tres veces.

6 comentarios:

Isthar dijo...

¿Y por qué lo has escrito? ¿Por qué la nota?

Creo que a veces las cosas precisan más tiempo, y aunque la imposibilidad de la perfección mucho me temo que siempre te tendrá frustrado, creo que deberías o asumirlo, o dedicarte a otra cosa.

En ningún caso disculparte por intentarlo.

Msc dijo...

¿Vacio? En absoluto. Quizá (a mi parecer) no tenga el dinamismo de los anteriores, pero al menos a mi, me ha servido para comprender un par de cosas que me había preguntado acerca de Young.

Estas "pausas" no vienen mal, y seguro que más adelante te sentiras más agusto con la narración.

Pow dijo...

Ish, hay dos Stephen a los que admiro por encima de los demás Stephen. Uno piensa que "talent is cheaper than table salt. What separates the talented individual from the successful one is a lot of hard work", el otro que "no hay que escribir más, de lo que se trata es de escribir mejor".
Nunca he sabido por cual de los dos decantarme. Y si me disculpo es porque me revienta que alguien exprese que le gusta algo que yo detesto. Y tú lo sabes mejor que nadie ;-)

Isthar dijo...

Pero sabes que al poner esa nota no sólo te la rebatirán si no que es más que posible que le den aún más importancia de la que alegas querer quitar al ponerlo.

Esa nota puede tener una intención diferente, pero los dos sabemos lo que atrae ¿o quieres volver a perder una apuesta? ;)

Pow dijo...

Como casi siempre, tienes razón. Así que, dado apelando a la infantil excusa de que mi blog es mío y todo eso...

Pow dijo...

'dado apelando', anda que... A ver si decelero un poco que no hago más que dar tumbos!