22 agosto 2006

Ecosferas


Paseaba hace un par de años por Barcelona cuando decidió el azar que detuviera mis pasos ante la cara pecera expuesta en una de las tiendas más exquisitas de Barcelona. En aquel momento aquella bola de cristal me pareció un extravagante ejercicio de diseño. Más tarde descubrí que se trataba una ecosfera. Un ecosistema hermético, un universo empaquetado.

Tres conexiones neuronales se iluminaron ante la percepción de tal descubrimiento. La taquilla del agente J en Men in Black, aquel capítulo donde a Lisa le germina un universo en el recipiente de un trabajo de ciencias y la ciudad parasitaria que crece en el estómago de Fry. Metáforas de la inextinguible quimera humana de ser dios.

El invento tiene un funcionamiento tan sencillo como sobrecogedor. La luz solar estimula el crecimiento de unas algas que generan oxígeno como residuo de este crecimiento. Los camarones comen algas y consumen ese oxígeno produciendo bacterias y dióxido de carbono que son aprovechados por el alga para seguir creciendo y produciendo más oxígeno. Los residuos de uno aseguran la supervivencia del otro.

Su éxito, en contra de cualquier utopía, reside en que cada individuo no cuida de manera consciente por los demás. Ni por el entorno. Tan solo son seres complementarios, simbióticos. Que no deben cambiar su naturaleza para obtener un beneficio común.

Algunos se empeñan en seguir considerando este planeta una ecosfera a gran escala. Una biosfera regida por las arbitrarias reglas que conforman la extraña
hipótesis de Gaia. No obstante, dudo que los organismos de este planeta sean complementarios. Sé de más uno que, quizá por su supuesta inteligencia, sería capaz de obrar en contra de su propia naturaleza con tal de evitar que algún otro se viese beneficiado de sus acciones.

Es un universo predestinado el de las ecosferas. Primero sobreviene la muerte del camarón. Tal vez de viejo, tal vez de aburrimiento. Después el alga se marchita sobre sus descompuestos cadáveres. Y el equilibrio acaba por descomponerse. La estricta secuencia de un futuro invariable. La muerte que sigue a la vida, sin paliativos.

13 comentarios:

Lydia dijo...

Dos de dos desde que tienes el fondo oscuro. Este me gusta aún más que el anterior.

Raist dijo...

Cuando fumas marihuana escribes unas cosas rarísimas... O eso realmente te hemos descentrado hoy XDDDD

Anónimo dijo...

Primero te tiñes de negro y ahora esto... Eres la alegría de la huerta, oye... ;P

Por cierto que la tierra se me hace más parecida a la civilización que se instala en Bender, cuando va flotando por el espacio (este nivel de frikismo puede considerarse preocupante ya?)

ORACLE dijo...

lo especial es el desconocimiento de dicha relación...

Eulalia dijo...

¿La Tierra, una ecosfera?, entonces nosotros somos un intruso que está desequilibrando ese conjunto, y no nos damos cuenta de que moriremos como especie, no de viejos ni de aburrimiento, sino por destrucción de todo lo que nos permite mantenerla viva
Un beso.

Esther dijo...

Para que haya vida, es preciso que algo muera antes.

Blanche dijo...

parasitarismo, simbiosis, aprovechamiento mutuo... creo que tengo que releerlo porque me perdí un poco...

Alnitak dijo...

Pero el equilibrio se rompe cuando el beneficio de una especie pasa de ser la supervivencia de la misma a ser la comodidad de la misma, y así la gran ecoesfera muere poco a poco...

Miada dijo...

Me encanta el cambio de look que has dado. Y no menos este texto, me has intrigado con el mundo de las ecosfera, a ver donde puedo yo conseguir una de esas. Fíjate sí me habías hecho soñar que me has jorobado y despertado de mi sueño al decir que el camarón muere y se inicia el final, ilusa que es una. Claro que esta ilusión es para las ecosferas, para este planeta no soy tan ilusa.

Un beso.

Ashavari dijo...

llego al comentario nº 13 asi que pongo otro...

Ashavari dijo...

Que me gusta a mi esa bola... Oye, y este cambiazo???

Puri dijo...

Y qué complicado que es todo a veces, ¿verdad?
Un beso

Darkblue7 dijo...

Yo le regale una ecosfera a "ella" por Reyes (cuando, obviamente, aún seguíamso juntos).
La verdad es que es curioso ver como puede sobrevivir aparentemente "sin nada".

PD: acabé de leer todos tus post de verano...