"A cada alma le pertenece un mundo distinto: para cada
alma, cualquier otra es un trasmundo"
Friedrich Nietzsche
¿Y qué pasa cuando hay una fuga en el alma? ¿A dónde va todo ese éter perdido? ¿Se contagia como virus aéreo o germina a otros con esporas estelares?
Me preocupa que con tanta vacuna y tanto anticonceptivo el mundo se esté extinguiendo. Evaporándose su esencia en un hurto inadvertido de conciencias.
¿Sabremos ser lo que fuimos? ¿O jamás volveremos a serlo?
12 comentarios:
Qué frase tan perfecta. Te la voy a coger si no te importa. Creo que podría encabezar mi blog.
Las conciencias no se pierden, a ratos se enajenan, pero después todo vuelve (o debe volver) a su cauce. Aunque ese después sean años.
Pídele permiso al señor Nietzsche, Sá, si es que aún encuentras algo de su alma que pueda ser reconocible ;-)
Somos lo que fuimos, siempre queda algo dorian, sólo hay que aprender a no olvidar. Benjamín Prado dice:
"Sé que nada se mueve,
que los hombres que he sido
se acumulan
unos sobre otros".
El aprender a sobrevivir a esta realidad nos puede cambiar pero si miras al fondo siempre está ese niño susurrando ¿jugamos?
Yo aún soy la niña que andaba descalza a todas horas(aún lo hago) procurando no pisar los hormigueros; las hormigas me parecieron siempre tan dignas...
Todo es juego, diviértete.
Besos.
Mamen
Me imagino que todo ese éter acabará transformandose en cualquier otra cosa, dependiendo del positivismo o negativismo que lleve. Quien sabe, a lo mejor es como lo del rollo este de la mariposa que aleteando las alas en Moscú provoca terremotos en Australia. Sí, quizás la fuga de un alma acaba provocando que dos tipos se crucen en un bar y terminen charlando, o que termine de florecer la flor, o que se desprenda la roca que libere la avalancha.
A saber...
¿Y por qué tanto mirar atras?
A mi no me preocupa que el mundo se extinga, lo que me extraña es que haya sobrevivido tanto...
Nunca volvemos a ser lo que fuímos, ya lo decían los Griegos, quedan resquicios, recuerdos, transformaciones, hoy no eres el mismo que ayer, aunque te lo parezca, y aún así...¿qué tiene de malo?
El alma que se escapa desaparece en el olvido, ya que no puede encontrar donde alojarse a no ser que esté a tu lado. Y en la soledad del sinsentido el alma no se encuentra ni a si misma.
Ufff... brutal...
Quizás esa fuga de vapores es necesaria para seguir avanzando, y como si fuese la piel de una serpiente, irnos desprendiendo de lo que ya no necesitamos. Si queremos ser lo que fuimos lo mejor es adaptarse, y rascarse contra una roca si hace falta, para desprendernos de toda nuestra vieja piel, y dejar escapar, lo justo, los vapores que desprenda nuestra alma al crecer. Solo así te reconocerás al final del camino, y sabrás si siempre fuiste el mismo.
En realidad estaba pensando en la muerte, pero me alucinan vuestras interpretaciones ;-)
Hey, mi respuesta se puede seguir aplicando incluso refiriéndote a la muerte.
Bueno yo no hablaba solo de la muerte, hablaba del camino que seguimos hasta llegar alli.
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