11 julio 2006

Incapacidad pan-problemática

Nos dirigíamos a tomar el tren de vuelta a casa cuando hemos sido interceptados por una bilbaína de Greenpeace a escasos metros de la estación. A pesar de nuestra disuasoria contestación, ella ha insistido en explicarnos por qué estaba allí.

-De veras, no me interesa lo que hacéis, me parece bien que lo hagáis porque alguien tiene que hacerlo, pero a mí no me interesa -he soltado con premura.
-¿Que no te interesa el medio ambiente? ¿Eso es lo que me estás diciendo? -ha respondido ella con una mezcla de fingida sorpresa y creciente alarma.
-Pues no, lo cierto es que no me interesa. Por eso creo que deberíais buscar a otro tipo de personas para que os ayuden. Alguna que realmente se identifique con vuestros objetivos, de la que no obtengáis una limosna ocasional apelando a su culpa moral.
-Pero es que no me lo puedo creer, ¿no eres consciente de la importancia de nuestro trabajo? -ha preguntado con evidente enfado.
-No estoy diciendo que vuestro trabajo no sea importante, ni necesario. Lo que te digo es que hay muchos problemas que deben ser resueltos. Me parece estupendo que vosotros os encarguéis de éstos. Yo me encargaré de los míos. Y espero que algún otro se encargue de los demás -he argumentado con paciencia-. ¡Suerte! Confío en que encuentres a las personas adecuadas para ayudarte.

Tras el estridente sofisma la bilbaína se ha quedado de piedra, incapaz de seguir la dialéctica hacia la que la había llevado. Mientras cruzábamos el paso de cebra, escapando de aquella parada inesperada, hemos vuelto la vista para comprobar cómo comentaba exaltada con un compañero la experiencia de la que acababa de ser partícipe.

Es posible que me haya considerado un derechista radical o un estúpido irresponsable. Pero el único objetivo de mi diatriba era sacárnosla de en medio para que me diese tiempo a fumar un cigarro antes de subir al tren. Y lo he conseguido.

Reconozco que también la podía haber atendido mientras fumaba mi cigarrillo, pero entonces sí que me hubiese sentido incómodo. Así que he optado por desarmarla con falacias, para demostrarme que puedo ser tan insensible como quiera llegar a serlo.

Creo que a mi escandalizado compañero todavía no se le ha cerrado la boca, aunque espero que haya desaparecido el rubor que ha sentido como espectador de esta farsa de opereta.




9 comentarios:

Nadia dijo...

"...y entonces agarré a la activista besándola apasionadamente dejándole toda la nicotina en su lengua"

Jua, Gray eres mi héroe.

Fdo. Mi parte más insensible

Buttercup dijo...

Este fin de semana deberías irte al campo a plantar árboles como penitencia.

Lydia dijo...

Bueno tenías una ¿buena? excusa. Es cierto que siempre pillan a uno en un mal momento. A veces la típica no tengo tiempo o cuela. Dí que sí :)

Anónimo dijo...

Para demostrar tu insensibilidad deberías haberte fumado ese cigarrillo delante de ella.

Por su parte, sobrevivirá a la sorpresa. Cuanto antes sepa que el mundo está lleno de insolidarios mejor.

Lo de la culpa moral me hace gracia. Es el argumento que utilizan los que ni siquiera dan lismosna ocacional para despreciar a los que la dan.

¿Y es cierto que no te interesa el medio ambiente? ¿Ni siquiera como curiosidad científica? No puedo creerlo.

susej dijo...

Si es que... ya no le dejan drogarse a uno en paz.....en fin ;)

isterica dijo...

Bueno, veo que sabes como quitarte a la gente de encima con mano izquierda (jajajajaja).
Prueba a decir que tienes prisa y huyes al fondo de la estación para echarte el pitillo.

ORACLE dijo...

cuando estemos de chapapote hasta el cuello la primera imagen que le va a venir a la cabeza va a ser la de esa bilbaina...

Shh... dijo...

Uf uf uf, de tacto no gastamos por lo que veo ;)
besos!

Isthar dijo...

Pero mira que te gusta practicar para ver si te dan el premio al "borde del mes".

Y todo por fumar un cigarro, eso es lo triste del caso al fin y al cabo ;)

Ya te haré de Greenpeace, ya... eso o te acabo colocando algun animal abandonado (y no, no abandonan Chow-chows) ;P