15 junio 2006

El día en el que a Bartolo se le acabó la cuerda

En aquella época vivía en Esplugues, alquilado en una enorme casa ubicada en la esquina donde se reunían todos los vientos. La comisión convocó una reunión en el piso para poder evaluar los efectos alucinatorios del aire de Sovereign, la tasa media de evaporación diaria del whisky escondido tras un sofá y la resistencia del cristal del culo de los vasos de chupito al chocar contra el hormigón.

Los cinco investigadores reunidos dividieron sus zonas de descanso acordando que Russell dormiría solo, Raist compartiría habitación, que no cama, con Delegator y Bartolo dormiría conmigo, en la cama grande.

Tras una ardua jornada de experimentos y deliberaciones, ya de madrugada, cada cual se retiró a los aposentos asignados. Cuando llegamos a la habitación, Bartolo apostó que no era capaz de llegarme hasta la cama de Raist sin ser advertido y darle un mordisco en el culo. En respuesta a su desafío, comencé a reptar por el suelo en dirección a la habitación. Las luces estaban apagadas, Raist permanecía tumbado boca abajo sobre la cama en calzoncillos.

Cuando estaba a punto de lograr mi objetivo, me oyó y dijo sin levantarse de la cama: "Pow, lárgate a dormir, no seas capullo". Pero cometió dos errores básicos: no encender la luz y no variar su postura. Así que pude darle un buen mordisco en la nalga derecha con la impunidad que me otorgaba la oscuridad.

Raist se levantó de un salto, encendió la luz y se puso a gritar como un loco. Delegator se partía de risa sentado en su cama. A Raist nunca le gustaron las mariconadas, se consideraba un tío de pelo en pecho.

Al volver al cuarto Bartolo me miraba silencioso, con una sonrisa socarrona en sus labios. "Ahora es tu turno", le dije. "Vete al cuarto de Raist y ponte a cantar la lambada". Dicho y hecho, Bartolo se dirigió para allí sin dudarlo, reptando tan silencioso como lo había hecho yo hacía tan solo unos minutos. Unos segundos después escuché la desafinada lambada a volumen brutal. Comenzaba a reírme cuando la música se vio truncada por golpes y gritos de "!Muere, maldito Bartolo!"

Nada se podía hacer cuando llegué al cuarto de Raist. Éste había acabado con la vida del pobre Bartolo aporreándolo a patadas contra la puerta de la habitación. Lo recogí con cariño y me lo llevé a rastras hasta el cuarto. En ese momento supe que Bartolo nunca volvería a cantar la lambada.

No le guardo rencor a Raist por aquello. Fue la desafortunada respuesta a una broma pesada. Además Bartolo sigue conmigo, paralizado en una mueca de sorpresa y con el reloj parado marcando las dos y treinta y cuatro, recordándome con su mirada divertida que hubo un tiempo en el que estaba lleno de vida.


21 comentarios:

Bito dijo...

Jjajajaj qué bueno Dorian, es genial.

Bito dijo...

Y lo mejor de todo es que ahora tenemos anédotita para torturar a Raist hasta morir.

¡Liberad a Bartolo! sus defensores no le olvidan.

Lydia dijo...

jajajaj.
Que bien os lo pasáis :)

Azena dijo...

es buenísimo... qué pena no haberlo visto por un agujerito... ;-)

Isthar dijo...

Y Raist todavía clama ¡¡VENGANZAAAAAAAAAAAAAAAA!! ;)

Raist dijo...

Varias anotaciones:

solté varias coces al aire en la oscuridad... tienes suerte de conservar todos tus dientes, en serio

me sigo considerando un tío de pelo en pecho; lo cual no quiere decir que sea homófobo, claro. pero vamos, sí, me saca de quicio que un tío intente morderme el culo

pobre bartolo, menuda paliza, desaté mi furia con él...

Shh... dijo...

XDDDDDDDDDDD
vaya tela!!!!!
pa veros!!!!!!!!!!!!!!!!
a qué te supo el mordisco Pow?

isterica dijo...

Genial, anda que no me he reído ni ná. Supongo que Bartolo sigue vivo, espero vamos. Si no Raist estaría en la carcel, digo.

Prich dijo...

Bartolo nunca fue el mismo desde entonces, ni Pow ni Raist, ni el chupito de wisky...

ORACLE dijo...

genial!!!

si le soy sincero creo que bartolo hizo algo más que bailar la lambada

Prich dijo...

Por cierto, Russell no dormía sólo. Dormía con Felson "el rápido", una revista Playboy y una foto de ex boca abajo.

Sortilegio dijo...

jajajajaj por lo menos tenía el calzoncillo y eso amortiguaría el mordisco ajajajja, y también evitaría que Dorian se tragara algún pelo! JAUJAUAJUA

Miada dijo...

¿De verdad Bartolo sigue vivo y contigo?...Quizás sabremos algo más sobre sus andanzas...

Un beso.

Johnymepeino dijo...

Joer qué peligrosos :)

Chan ta ta chan dijo...

pero aque animal de bellota!!

feliz finde majo

Filos en Mundo de Sofía dijo...

Me gusto mucho la foto, total no queda más que empezar a contar el tiempo otra vez.

Saludos.

Elva*

Raist dijo...

Se debería contar también lo del chupito de whisky, el gran expediente X de nuestro grupo...

Buttercup dijo...

Eso, que confiese de una vez el del chupito.

Bito dijo...

Que lo cuente, que lo cuente

dijo...

Es muy bueno... Y tierno. y sois como niños, por dios esto no se va a acabar nunca...

Anónimo dijo...

Pobre Raist, coño, qué ni dormir puede...
Un mordisco el el culo es doloroso y rastrero si se hace con nocturnidad y alevosía, pero la lambada es imperdonable y eso hasta el pesado de Bartolo lo tenía que saber...
Raist estoy contigo, y a poder ser también con el chupito de whisky.
Besos con la luz encendida (por si acaso)dorian.
Mamen