14 marzo 2006

Sin sentido

La semana pasada me explicabas cómo habías perdido el interés por ella aprovechando los intervalos que unían los sorbos de aquellas cervezas. Exponías la colección de sus defectos remarcando cada obra con un mohín taciturno. Y me despediste con la firme convicción de que el futuro de vuestra armonía discordante no tenía un tiempo posible.

Ayer te escucho llorar desesperado por el altavoz de mi teléfono. Tu alma desgarrada se deshace en añicos de desesperanza. Me cuentas cómo la sorprendiste el domingo engañándote con otro. Sorbes mocos por la nariz. Expectoras la rabia de saberte perdido sin ella. Hablas de esa conversación en la que le ofreciste arreglar las cosas, olvidar las infidelidades y luchar por una convivencia que definiste como despreciable dos días atrás. Ella te ignora. Porque ya no te quiere.

Y yo te digo que eres idiota. Pero no me quieres entender. No la querías, sólo la quieres porque otro te la ha robado. Nada tienes que recuperar porque nada tenías. Ella ha elegido su camino. Justo el que tú querías proponerle. Olvídala y no equivoques tu ruta. Ya caminabas por ella.

Quizá sea que no entiendo de amor. Pero el pragmatismo es mi fe de vida. Puesto que el amor nunca es para siempre, ¿para qué quedarse penando por un pasado irreproducible? Salgamos a pasear, que hace una tarde estupenda y resuenan un par de canciones que aún no he tecleado en la gramola.

17 comentarios:

Buttercup dijo...

A veces uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, a veces el amor se vuelve posesivo, a veces el amor es para siempre. A veces.

Sofía B. dijo...

Una vez que te han dejado de amar no hay nada que hacer más que seguir adelante.

Cualquier cosa que se suplique, será compasión o pena y eso ya no es amor.

El pragmatismo no está reñido con tener un tiempo de duelo.

Azena dijo...

el ansia va y viene, y cuando nos pilla nos destroza...

Isthar dijo...

Yo es que parto de que eso, no es amor, es egoísmo.

Cualquiera sabe que hasta los niños pequeños dejan de querer sus juguetes hasta el momento exacto en que otro se fija en ellos...

Anónimo dijo...

Y cuántos añitos dices que tiene tu amigo?

Pow dijo...

Sólo 31, myss, es un tierno infante luchando contra las veleidades del incierto amor XD

Prich dijo...

tu blog es el primero que leo esta mañana y ya me deja con el cuerpo raro.

Raist dijo...

Complejo este mundillo de los sentimientos...

elmasmalo dijo...

Que bueno es tener amigos como tú, él debe sentirse afortunado, en esos momentos, solo un espectador exterior ve la verdad de la relación. Le has dado ese pedazito de sincera realidad que necesitaba.

Esther dijo...

¿dejar de luchar por lo que uno ama? si amas de verdad hay que intentarlo ¿resignación? no sirve para nada, sólo para compadecerse de uno mismo y la autocompasión puede ser patética. Eso es una visión. La otra, aceptar que cada uno sigue un camino y que no tiene porqué estar en la misma dirección. ¡qué complicado es todo!

isterica dijo...

Dorian, tienes razón. No creo que la quisiera si tenía las cosas claras. Pero supongo que no es lo mismo no querer comer queso o que te lo prohiba el médico. En cuanto no puedes tomarlo es cuando quieres comerlo, aunque sea por cabezonería. Seguro que algún día tu amigo entiende perfectamente que tienes razón.

Unknown dijo...

....nadie como tu para levantar el ánimo a la gente.... XD

Nadia dijo...

Tu especialidad: quitar el barniz

Creo que a eso se le llama "decapar", mmm desafortunado término.

Elena -sin h- dijo...

Gran texto por lo sincero, por lo directo, por lo real.

Anónimo dijo...

sí, creo que la idea más interesante aquí es la de discernir amor y posesión.

Hay que desprenderse de todo y entonces mirar si lo que te queda es afán de coleccionista o libre albedrío en la elección.

Yo por si las moscas hace tiempo que intento quitar el "mi" del vocabulario que utilizo (¿MI vocabulario? XD)

Chantal Plata dijo...

ha sido bueno leerte, muy bueno,
Chantal

Anónimo dijo...

Es como el salvaje que, ayer o antes de ayer, y a pesar de vivir con otra, ha apuñalado y asesinado a su exmujer por celos.
Un egoísta. Un sinsentido.