25 enero 2006

Ociosos

He estado en la bodega. Eligiendo un par de vinos para el fin de semana. Es uno de esos impolutos locales con amplias cristaleras y vidrios expuestos con esmero. Suelo comprar en establecimientos cuidados, con aire moderno. Es como si me gustasen más los artículos en esos sitios. Desconozco el motivo.

El bodeguero es un hombre alto y grande. Lo tengo que mirar hacia arriba cuando hablo con él. Me siento como un niño atento a las sabias palabras de su maestro. Le encanta el vino. Cada vez que lo visito, le pido que me cuente los detalles de sus nuevas adquisiciones.

Él me habla con orgullo. Me muestra en el mapa la zona exacta de Francia en la que ha encontrado su último tesoro. Yo lo miro como las vacas al tren, embobado en sus arcanas palabras. Variedades de uva que parecen nombres de champán francés, aromas que evocan recónditos lugares asiáticos, maderas que huelen a viejos bosques de la Europa más inexplorada...

Y me voy de allí feliz. Sin saber muy bien qué he comprado pero con la sensación de que lo que contiene la bolsa es oro líquido de la pureza más codiciada. Supongo que cada uno se divierte como puede.

19 comentarios:

Isthar dijo...

¡¡Ni las toques!! Son míassssssssssssssssssssss


¡¡MI TESOROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!


:P

susej dijo...

Una pista?

HELEN -Mamá In Design- dijo...

A mi me pasa lo mismo en una zapateria... tu ya sabes.

;-)

Besitosssss

Prich dijo...

Seguro que te ha vendido un "Monsieur Simmon dans le tetrabicke" que ni para el calimocho.XDDD

Ya lo cataremos.

isterica dijo...

"Vendamos el té en jarras de cristal. Los hombres preferirán nuestro té sólo por el envase. Porque las personas amámos la belleza" Más o menos lo que pone en uno de los capítulos de El alquimista. Por eso te gustan más los vinos de esa tienda.

Azena dijo...

ya nos invitarás a uno de esos caldos... ;-)

Esther dijo...

disfrutar de un buen vino es uno de los mejores placeres de la humanidad. ¡qué envidia!

Anónimo dijo...

A mi me gustan estas pequeñas grandes historias.
Me arrancó una media sonrisa,
de las buenas

elmasmalo dijo...

Espero que hayas comprado uno que mezcle bien para hacer sangría XDDDDDD

Anónimo dijo...

Jeje... a mi me pasa lo mismo que a Helen, en las zapaterías.

Per, ¿impolutos locales con amplias cristaleras y vidrios expuestos con esmero? Donde yo vivo el concepto de bodega es bien difierente. Locales con suelo de albero, lleno de barriles apilados, y un olor a humedad, madera, vino dulce y choricitos al infierno.

Anónimo dijo...

Ni calimocho ni sangría, con un poco de casera seguro que pasa bien ajjajaaj

Unknown dijo...

....amigo mio, un día tienes que venir por estas las mis tierras y probar de las cinco denominaciones de origen que tenemos.... luego nos vamos a Peñafiel, a ver el museo del vino (....con opción de cata....) en un castillo impresionante, para acabar en un viejo mesón, paladeando un Mauro o un Villa Mayor comiendo un buen lechazo al horno....

Anónimo dijo...

Pues para romper la armonía, he de decir que no me gusta el vino. No me pegues, por favor... Bueno, el rosado no está tan mal...

Pow dijo...

Señor humilde, sé de lo que me habla. Y no dude que es uno de los mayores placeres de los que disfruto en esta vida. Queda anotada esa deuda, con pertinente devolución en los caprichosos campos oscenses...

Bito dijo...

Y es que las bodegas son la hostia... es una pena que vayan desapareciendo.

Yo soy bodeguero hasta la médula (y eso que apenas bebo) pero allí me pasaba las tardes de mi juventud, cuando hacía el descanso de los estuidios, me bajaba a la bodega, charlaba con los de siempre (siempre mas mayores que yo, por supuesto) me fumaba unos petillas, hablaba con el bodequero que era un alcoholico entrañable y me iba a casa más contento que unas pascuas.

Aún cuando voy de vacaciones a mi barrio sigo yendo todas las tardes, un rato a la bodega, para hablar con los de siempre, de lo de siempre.

Ashavari dijo...

cumbres de gredos y sangria don simon lo mejor de lo mejor...

loweitokyo dijo...

No hay nada como dejarse llevar en las corrientes envolventes de un buen Lambrusco...interesante, tu blog

dijo...

No puedo evitarlo: "Ermita d'Espiells". Blanco, muy frío.

Anónimo dijo...

Pues a mí las zapaterías no me dicen nada.
Los vinos, poco.
Pero las tartas de queso...