17 enero 2006

Horizonte plano

Aburrido desgaste de vida. Tedio abroncante en el trabajo. Cinco minutos más de la cuenta corriendo. Responsabilidades que superan la capacidad de reacción. Cansancio crónico acumulado en los músculos que mueven el alma. Contagio de desencanto.

Días en los que uno trata de encontrar los sueños imprescindibles para su futuro. Y se sumerge en un vacío de nada tan densa que queda suspendido inerme en esa atmósfera sólida e invisible. Nada queda por hacer. Al menos, nada imprescindible.

Se asume que todo lo deseado está cumplido. Y se sigue caminando arrastrado.

NOTAS. Estas letras no desean la muerte. Ni necesitan razones para vivir. Son sólo conciencia de desilusión. Que ya os veo venir ;-)

5 comentarios:

Miss Kubelik dijo...

Pues después de 470 fotocopias yo la muerte la veo más cerca... qué duro volver al trabajo después de un delicioso oasis, buaaaaaaaaaa.
Me escribiste el pensamiento, Dorian...

Raist dijo...

No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más desilusionado que el que no quiere ilusionarse.

Iván dijo...

Si no hay nada mejor como que uno mismo sepa cuál es su situación, eso que tienes ganado.

Yo en días así prefiero no pensar mucho, porque acabo peor que el día anterior, y se trata de ir para arriba no?

Unknown dijo...

....he salido a las ocho, llego a las once.... de AM a PM y mañana toca encima madrugar más.... lo único realmente interesante es que por fin he encontrdo el miércoles un intermedio que me salve a media semana.... busca un salvavidas y agarrate a él, aunque sea martes, aunque sea tarde.... más vale ir preparado ante las eventualiades que puedan surgir....

isterica dijo...

Bah! Tranquilo, no pensaba decirte que pobrecito, que no te cortes las venas ni nada por el estilo.
A cambio, asómate a la ventana y mira, ha salido el sol.