El tiempo lo cura todo. Eso dicen.
Tras atravesar una cenagosa ruta emocional siempre te encuentras con el consabido consejo. Se formula de distintas maneras pero es el único origen de las palabras de consuelo. Y todos lo dan por sentado.
Cuando acaba de evaporarse un insano y prolongado amor, las personas te arrullan con sus letanías: 'con el tiempo encontrarás a otra persona', 'deja pasar un tiempo antes de intentarlo de nuevo', 'tiempo al tiempo, ya verás',...
Cuando le has fallado estrepitosamente a un amigo y éste te castiga con su ignorancia, vuelven las conocidas retahílas: 'ten paciencia, ya se le pasará', 'perdonarte le va a llevar su tiempo, pero lo hará', 'dentro de unos años os reiréis de todo esto',...
Cuando has dejado embarazada a tu novia en un ensayado descuido y eliges el aborto llegan a ti frases familiares: 'no era el momento adecuado, quizá con el tiempo', 'sois jóvenes, tenéis todavía mucho tiempo por delante',...
Pero el tiempo tan sólo se compone de tiempo. Es una medida antojadiza de la vida. Carece de poder reparador. Todo lo más que puede hacer es suavizar la sensación vital de desasosiego.
Hay cosas que no se pueden reparar ni sustituir. Simplemente se rompen. Y ni siquiera el omnipotente tiempo es capaz de restaurarlas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Pues yo sí creo que el tiempo lo cura todo, lo que pasa es que a veces haría falta tanto que nunca llegas a confirmar la teoria.
El tiempo no restaura, no arregla, no recompone historias. Somos nosotros los que a veces podemos (no siempre).
El tiempo no sirve de nada si no hacemos que juegue a nuestro favor, si no ponemos de nuestra parte, y a veces ni siquiera haciéndolo, conseguimos más que superar nuestra parte. No podemos conseguir que el tiempo nos ayude a nosotros en la manera que desearíamos cara a otros, a veces ese es el principal problema.
Y algunos necesitan toda la vida... y ni siquiera entonces consiguen superar ciertas cosas.
El tiempo sólo es tiempo.
No, el tiempo no lo cura todo, ni lo arregla.
Pero sí que hace falta tiempo para arreglar las cosas, porque no puedes esperar llegar con un tubo de pegamento echar medio litro, poner encima las piezas y esperar que surja de nuevo el jarrón como nuevo, debes pacientemente, como en un puzzle, ir uniendo las piezas aplicar un poco de pegamento entre dos, juntarlas, buscar la tercera, y así sucesivamente, y entonces, o eres un jodido genio de los puzzles y lo arreglas en un día, o necesitas tiempo.
A todo ésto y me he acordado de la parábola de la roca y el agua.
El tiempo no lo cura todo... porque aún no sé que le pasan a las horas de mi página :'(
Ahora en serio, el tiempo sólo hace que las heridas no duelan como antes, pero hay cosas que son irreparables y que por mucho tiempo que pase uno no se puede recuperar...
Sin embargo, disiento de tus palabras pues el 'tiempo omnipotente' sólo lucha en tu contra en muchas ocasiones.
Es cierto que el tiempo no todo lo cura, hay cosas que se rompen y no pueden arreglarse, por muchos siglos que pasen. El tiempo da la oportunidad de construir nuevas o de entender las viejas roturas, o simplemente las guarda en la memoria para que no se nos olvide que a pesar del tiempo, hay cosas que se rompen.
¿Y para saber el valor de una vida? ¿A quién he de preguntar?
Al dueño de la vida, evidentemente.
Publicar un comentario