10 agosto 2005

Marieta III

La separación
Papá se mudó a otro apartamento. Uno más pequeño y con menos adornos. Se sentía terriblemente avergonzado. Vagabundeaba por su nuevo hogar con la cabeza gacha. Los días se le hacían interminables y al llegar la noche se entregaba a la tristeza y la miseria. Había perdido el contacto con la gente. Se castigaba con una soledad autoimpuesta para recordarse su atroz crimen. Estaba condenado.
Marieta compró un Nuevo Conejo. Lo llenó otra vez de nuevos y mejores cuentos. Nuevo Conejo era aún más divertido que el anterior y Marieta se sentía orgullosa de poseer un animalito así. Lo mostraba a sus amigos con una sonrisa placentera y volvió a disfrutar de tener un ser favorito. Todo había vuelto a la normalidad.
Papá echaba mucho de menos a Marieta... y a Conejo.

El final
Con el tiempo Marieta acabó olvidándose de Papá. En parte porque Mamá lo había sustituído y en parte porque Nuevo Conejo la absorbía cada día más. Había crecido sano y lustroso. Era el amor de su vida. Incluso había ganado un concurso de belleza que había reportado a Marieta fama de excelente cuidadora en todo el condado. Era tan feliz que ya no recordaba la enorme pena que sintió por Conejo.
Papá seguía pensando cada día en Marieta. No podía sacar de su cabeza la culpa por la traición cometida. Seguía la rutina sin encontrar sentido a nada. Se convirtió en un solitario cargado de nostalgia y acabó abandonándose al desánimo. Había intentando contactar con Marieta en un par de ocasiones sin éxito. Necesitaba su perdón.
Ese perdón nunca llegó.

6 comentarios:

susej dijo...

Final demasiado triste para mi gusto. Prefiero otro.

Prich dijo...

Moraleja: Nole regales un conejo a tu hija. Mejor un cáctus.

Me parece muy drástico tanto repudio por un P*!o conejo.

Pow dijo...

Prich insultando a los animales... ¡Hay que ver!

Es sólo una historia rara, dejémoslo ahí. No tienes pies ni cabeza.

Casi me recuerda a esos geniales relatos de Spica (más bien me gustaría que me lo recordase).

Buttercup dijo...

A mí me ha parecido un relato muy bueno e ingenioso, ¿es qué deben acabar siempre bien como las pelis americanas?

susej dijo...

Ya, Buttercup, pero incluso en las películas danesas de la escuela Dogma hay un hálito de esperanza...


Y no he dicho que el relato fuera malo, todo lo contrario, es sólo que como público desearía otro final.

Isthar dijo...

Qué triste... :(