La primera vez fue de unas sandalias. Y además eran rosas, Wanda. Eran unos delicados zapatos de plástico fucsia con el tacón vaciado. Iban acompañados por un vestido-pañuelo azul cielo estampado con flores rosas. No me fijé en nada más. El problema fue que estaban de despedida de soltera y, aunque esta vez no elegí a la novia, no tenían ganas de jugar.
La segunda vez fue de unos ojos. Ovalados y curiosos. En una primera fase me contó que era de Pamplona, así que emprendí la retirada. Después pensé que tampoco importaba que estuviese de paso, al fin y al cabo, yo también lo estoy el fin de semana. Así que decidí pasar a la segunda fase. Entonces me contó una historia encantadora que abarcaba desde su infancia hasta su matrimonio. Y me despidió con un de todas maneras, nunca me habían entrado tan bien que me supo a veneno en copa dorada.
La tercera vez fue de unas palabras. Llegaba a casa de madrugada, con un agrio sabor en el espíritu. Así que decidí leer un poco antes de caer en la inconsciencia. Y caí en la inconsciencia antes de tumbarme en la cama, escribiendo sandeces a lo loco.
Supongo que son los efectos de una borrachera bien trabajada y el merecido castigo por ver Jersey Girl justo antes de salir.
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14 comentarios:
La tercera es una buena razón...
Estás tan vivo que eres capaz de enamorarte 3 y 1000 veces en un mismo día.
Asi que mis sandalias rosas, eh ??? jajajajjaajjaa
Como me gustaría verme como me has visto tu, el modelito promete mucho jajajajajajajajaja
Por lo demás es que no puedo decir nada de tus Palabras.
Nada pero nada.
Las gafas de plastilina me han tocado la fibra y aún no sé por que !!!
Susej, creo que la mejor razón era la segunda ;-)
Wanda, pues mira que yo me siento muerto. ¿Será por esta pegajosa resaca? :-D
Y te explicaré porqué las gafas te han tocado la fibra... Mira aquí.
Bueno, ya sabes que después de una resaca no se puede ver la vida con suficiente claridad, pero ya verás que el lunes seguirás tan vivo y excitante como siempre, y te volverás a enamorar, que remedio.
Lo de las gafas, me he leido el articulo de Amelie, que bonito personaje por cierto, y lo de las gafas me sigue pareciendo muy tierno. Tiene mucho encanto que te regalen unas gafas de plastilina, me inspira un espiritu libre y burlón, con ganas de ver el mundo a traves de otros ojos, y otras lentes ;-)
Bueno, siempre es el primer paso ;)
La suerte acabará de tu lado, ya lo verás.
PD. Nunca te habría imaginado enamorándote de unos tacones de plástico de color rosa ;)
que penita, tenías que haber rematado:-(
Sería la 4a.
" De todas maneras nunca me habian entrado tan bien.."
Aunque no te comas nada... te vas a casa con un ego del tamaño del Empire Estate Building.. me encantaria que una tia hubiese tenido la delicadeza de decirme que no así.... ole por ella.
El sabado siguiente, como sigas en esta linea... te sales...
JM
¿Eso es amor?
Parece más bien un irrefrenable impulso...
Nadia, esto es un yonki del sentimiento en plena acción ;-)
JM, yo lo que pensé es que a esta chica le habían entrado muy pocas veces...
:)
Ah! Y una aclaración, Sá, soy incapaz de hacerlo cuatro veces seguidas. En serio, que no puedo.
:-D
Seguro que sí puedes...
A mi me pasa de vez en cuando, cuando estoy especialmente receptiva y reconciliada con el mundo (ahora no es el caso...)
Me enamoro tres, cuatro, y las que haga falta.
Es excitante
Un beso!
Mmmmmm... Me reafirmo, me conozco bien: soy incapaz de hacerlo cuatro veces seguidas.
;-)
Cuando era mas jovencita, y aún no tenía ni idea de lo que era el mundo, cosa que yo creía que si, contaba al cabo del día las veces que me había enamorado..... increible, hasta perdía la cuenta !!
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