07 octubre 2006

A medio camino

Hoy tenía planificado dormir en un albergue de Astorga. Pero estoy en casa, de vuelta. Con la rodilla y el tobillo hinchados. Ha sido extraño este año el Camino. Demasiado solitario, demasiado exigente, quizá abordado con ambición desmedida.

No sé por qué cada vez me parece menos interesante la gente. Ni por qué mi voluntad excede, con saña, mis límites físicos. No entiendo qué me ha apartado este año de la senda perfecta.

Pasaré el fin de semana enclaustrado en casa, con la pierna en alto y atracándome de películas y pastillas. Tal vez, con el tiempo, consiga encontrar los motivos que me han deparado esta semana aciaga.

5 comentarios:

Para, creo que voy a vomitar dijo...

El cuerpo manda en plan sargento y lo de que la gente te parece cada vez menos interesante lo hemos sentido todos, pero luego va alguien y te sorprende.

A mejorarse y a empastillarse. Una buena peli tp es mala compañía, no?

susej dijo...

No busques los motivos, ha pasado y ya está.

Irene(*) dijo...

La vida es así. Una vez te salen bien las cosas y otras se tuercen. No tiene explicación. La misma vida carece de sentido pero qué importa.
Intenta divertirte en tu casa y pillar una peli que te guste.
Que te mejores.

Anónimo dijo...

Vaya hombre, con las ganas y la ilusión que le habías puesto... Bueno, tú tranquilo, seguro que hay por ahí una legión de camareras veinteañeras dispuestas a consolarte ;)

Shh... dijo...

Lo siento, POw...
Quizá no era el momento, quizá en la próxima ocasión.
Muchos besos.