24 septiembre 2006

El gato de mi vecina

Hace un mes que salta a cualquiera de mis terrazas en cuanto me intuye a través de las cortinas. Todavía no hemos descubierto por qué le atraigo. Pero resulto irresistible para él.

El fin de semana pasado alguien me dijo que no se fiaba de las personas que no inspiraban confianza a los animales. El problema de juicio se origina cuando es la persona de la que los animales se fían, quién no se fía de ellos.

Como siempre, trato de extrapolar mi extraña relación con los animales a otros ámbitos. Y me pregunto si también suelo huir de las personas por mecánica inercia. Aún a pesar de que ellas se acerquen a mí sin miedo.

7 comentarios:

Isthar dijo...

Tú tendrás tus reservas, pero ni con Shira ni con Eevee tuviste nada que hacer, ¡¡no pudiste resistirte a sus encantos!!

Desconfiarás de ellos, pero los animales son listos, y ellos sí saben a quien acercarse ;)

Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

Anónimo dijo...

Resulto irresistible para él... Me encantaría pronunciar esa frase...
Al tema: no te agobies, no es lo mismo un gato que un persona... yo también recelo de ellos.

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Te pones colonía que huele a atún?, puedes ser una posible respuesta.

elmasmalo dijo...

Los gatos son almas solitarias, igual es por eso, para poder ir a su bola con alguien que también va a la suya...

Darkblue7 dijo...

Yo tengo una extraña relación de amor-odio con los gatos. me encantan... pero al mismo tiempo no confio nada en ellos. Me parecen uns animales con un poder encantador... su encanto me atrae... pero su poder me asusta, o al menos, me da respeto

Anónimo dijo...

¿Por mecánica inercia? Hummmm... Me extraña que no tengas una hipótesis más elaborada.

Alnitak dijo...

¿Y para quien no resultas irresistible?
A ver, a ver, que de la cara...