19 junio 2006

Nimiedades

Esta mañana mi brazo derecho se ha levantado algo inflamado. Tras revisar el fin de semana he acordado que no había nada que pudiese justificar ese entumecimiento. Conforme avanzaba el día la molestia se ha hecho más intensa. Y ya por la tarde me costaba mover el codo.

Mientras paseaba bajo la tormenta de tímidas gotas y bravucones truenos lo he comprendido. Los huesos astillados barruntan el agua. Son sensibles a los cambios de presión.

Siempre había creído que esto era tan solo una leyenda urbana. Una habilidad reservada a unos pocos privilegiados. Que nada tenía que ver con la física (química?) más elemental. Me equivocaba.

Y me pregunto, ¿cuántas de las cosas que no me creo serán ciertas? Quizá me falte curiosidad, interés o ganas. O tal vez es que estas cosas no tengan la más mínima importancia.

19 comentarios:

susej dijo...

¿De verdad que no te lo creías?
pocas lesiones habías tenido tu pues :)

Igual te falta curiosidad, creo qeu ya te lo cité una vez "Hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que sueña tu filosofía, Horacio"

Anónimo dijo...

Serán nimiedades, pero el caso es que "pasan".

Un beso (te leo en la distancia).

isterica dijo...

A mi me duele a veces la cabeza si va a llover o una cicatriz que tengo o las dos cosas a la vez.
Y no me suelo creer absolutamente nada a no ser que tenga explicación científica.

susej dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Esther dijo...

Hay algo más que creo que deberías saber Dorian... sí, lo de San Antonio .... es cierto,... si pierdes algo... y le rezas.... aparecerá... está demostrado empíricamente... pero tiene sus objeciones, claro.... como la de que lo que has perdido tiene que ser dentro de un lugar cerrado.... nos ha'molao... así no hace falta rezar a San Antonio... en fin....

ORACLE dijo...

pues con las leyendas urbanas que hay y lo monas que son...vamos listos

Deckard dijo...

Que "afortunado"... Dejalo todo y hazle la competencia al Mario Picazo.

Aunque entre tus huesos inflables y tu cerebro de Tungsteno, en un circo te forras!! ;)

Para, creo que voy a vomitar dijo...

A mi madre le pasa tb eso.

Es la incredulidad esa que creo que tienes, la que te comentaba ayer (aunque puede que me equivoque, al fin y al cabo no te conozco)

Isthar dijo...

Te falta curiosidad, interés y ganas, de eso que no te quepa duda.

De eso, y de que te crees demasiado listo y aún te queda por descubrir y conocer más de lo que crees. El problema es que no lo crees ;)

El tiempo me dará la razón...

Mayendar dijo...

O que no son importantantes mientras no nos atañen.

would dijo...

Eso nos pasa a todos. Yo no creía que Elvis siguiese vivo y el otro día salió en televisión oficiando bodas.

Somos unos incrédulos.

Bowie dijo...

sí, a mí no me pasa nada cuando va a llover, ni cosas así, pero ha mucha gennte le sucede.

lo que pasa es que le damos tan poco crédito a lo que nos dice nuestro cuerpo...

va el abrazo

Sortilegio dijo...

Las tormentas no solo se notan en los huesos, a mi se me pone la cabeza como un bombo!!

Anónimo dijo...

yo estoy preocupado por un tic en el párpado derecho que parece que estoy guiñando el ojo todo el día.
Creo que me está causando un problema con el párroco.

Shakti dijo...

Es porque justo antes de llover, baja la presión atmosférica y nos afecta.
¿Cómo te crees que funcionan las estaciones meteorológicas?!

Hala, de nada.

xDD

Bito dijo...

Ya ves... buena pregunta la tuya... al final hasta lo de los reyes magos va a ser cierto.

Miada dijo...

Sólo el tiempo da y quita razones...

Un beso.

Anónimo dijo...

Deberías creerte lo de la chica de la curva también, que el nieto de una cuñada de un amigo de la abuela de una conocida conoce a alguien que dice que la vio :P

Por cierto, te has roto el brazo? Si cuando digo que me lo pierdo todo...

Iván dijo...

Tan verdad como las matemáticas, cambio de tiempo o verano bochornoso y los huesos siempre son los primeros en enterarse.

Yo es que para creerme las cosas tengo que comprobarlo, soy bastante escéptico, y las creencias populares no van conmigo.

Habrá que preguntarle a las abuelas, que tienen muchas de estas.