20 abril 2006

Solo por llevarle la contraria a mi madre


Ayer, en una visita que me fue imposible esquivar, mi madre me dijo que le daba pena que tuviese que trabajar en algo así solo por querer vivir en Zaragoza. Ella siempre aprovecha nuestros encuentros para criticar variados aspectos de mi triste existencia. Después se extraña de que no nos veamos mucho.


Es cierto que parezco cansado. Y que llevo unos cuantos días de extenuante agobio burocrático/mental, que la mayoría de las memeces que hago las podría desempeñar un gorila ciego con párkinson, que el sueldo apenas cubre mis gastos básicos y que la jornada laboral comienza a solaparse con mi tiempo de ocio.

Pero nada de eso me importa. Cuando valoro todo lo demás pienso que tomé la decisión correcta. Que aquello de lo que me jactaba hace unos días me compensa más que mi anterior carrera de dinero a mansalva, maletas a medio (des)hacer, responsabilidad en progresión geométrica y complejos proyectos de ingeniería malabar.

No aspiro a ser Sthepen. Ni lo valgo ni lo deseo. Y siento que creas que tu hijo está desperdiciando su vida. Pero sabes que siempre me gustó llevarte la contraria.

17 comentarios:

Para, creo que voy a vomitar dijo...

"Eres tú el que vives tu vida, no tu madre", eso me dijo un dia mi cuñada e intento hacer caso.

Lydia dijo...

Que extraño es no comprenderse. Es evidente que yo tampoco soy Stephen y mi padre parece no enorgullecerse tanto de mí como antes. También ellos nos decepcionan a veces y sin embargo, no sé tú, pero a mí eso no me preocupa tanto.

En ocasiones me pregunto si soy yo quién le lleva la contraria a mi madre o es ella la que se empeña en hacerlo.

Es jodido decirlo pero, me alegro de no ser la única.

Puri dijo...

Si llevas la contraria haciendo lo que realmente te apetece, adelante pero vigila no caigas en el juego de llevar la contraria por el simple hecho de llevarla.

Buttercup dijo...

A veces los padres quieren que los hijos sean y hagan lo que ellos no pudieron o no consiguieron ser.

Vuelcan en ellos esos deseos y acaban deteriorando la relación, por un lado por el agobio del hijo de no estar a la altura de las expectativas, y por otro lado por la decepción de los padres generada por no ver que sus hijos tienen derecho a hacer su vida como quieran y a cometer quizás sus mismos errores.

En fin, quizás no sea tu caso, pero es el caso de demasiada gente.

Sortilegio dijo...

Esta claro que todo es cuestión de prioridades, tu tienes la tuyas y tu madre tendría que entenderlas...

dijo...

Obviamente, voy a lanzar una lanza en favor de tu madre y en representación del colectivo vilipendiado:
ella se preocupa por ti, sólo eso y ve más allá de ti, te guste o no.
Y eso no quita que tú debas hacer tu camino, no el suyo, claro.
Besos.

Isthar dijo...

Acabo de escribir ahora mismo (de hecho justo después vengo a leerte)algo muy al hilo de lo que has escrito tú. Esta noche/mañana lo leerás ;)

Ya sabes que los padres se empeñan en que seamos lo que ellos creen que deberíamos ser o queremos ser. Sí de eso también sé un rato.

Reivindica tu derecho a ser como te de la gana, que para eso es tu vida :)

Shh... dijo...

mi mamá me mima y me lleva la contraria
buff Pow, creo que nacieron para eso ;)
besos!

Anónimo dijo...

Creo que nacimos para eso :)

qelena dijo...

Sí, pero madre no hay más que una, y aunque siempre nos lleven la contraria (o nosotros a ellas), siguen siendo las que nos curaban las heridas con un besito. Y a mí, eso, me impone respeto.

Sofía B. dijo...

El día que tengas un hijo adolescente entenderás a tu madre, aunque sigas sin compartir su criterio, te lo aseguro.

Anónimo dijo...

Tranquilo, seguro que la madre de Stephen le dice lo mismo a él XD

ORACLE dijo...

el único que puede juzgar tu vida eres tu mismo y a la postre se va a equivocar. usted ya sabe que es una discusion sin sentido.

elmasmalo dijo...

Si es que siempre nos gusta hacer rabiar a las madres...
Pero si te sirve de algo, yo pienso que que acertaste volviendo, has ganado estar al lado de los amigos de nuevo...

Azena dijo...

si a ti te llena, que no te importe lo que diga nadie, ni siquiera tu madre...

un beso fuerte, de los de dar ánimos... (no sé si lo necesitas, pero me apetece dártelo...)

;-)

Dr. Espinosa dijo...

Lo que diga su madre ni lo escuche, al fin y al cabo después de amamantarnos, amargarnos la vida es lo único que les queda. Además, una madre sabe, perfectamente, que teclas tocar y cómo para hacernos saltar. Convencido estoy de que hasta el santo Job perdía la paciencia con su madre.

Anónimo dijo...

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