03 abril 2006

Reiki (o eso dice ella)

El sábado, antes de mi huída de la ingeniera pintalabios, estuve cenando en casa de una compañera de trabajo. A mi lado, una mujer de cuarenta años me tiraba los trastos sin rubor. Sé manejar este tipo de encerronas sin ponerme nervioso. Incluso encuentro cierto placer perverso en echar a perder los planes de los anfitriones. Cuando ella vio que sus intentos para llamar mi atención eran saboteados inofensivos por ácida mordacidad, decidió cambiar de táctica.

-Nunca comprenderías mi visión del mundo -comenzó con una sonrisa maliciosa-, para un muchachito cristiano como tú, el terreno de lo espiritual es inimaginable -sentenció con saña.

Tras la zalamera introducción me enumeró los principios que regían su camino Reiki*.

Sólo por hoy no te preocupes
Sólo por hoy no te enojes
Honra a tus padres, maestros y ancianos
Gana tu pan honradamente
Muestra respeto y gratitud hacia toda forma de ser vivo

No me pareció una mala filosofía de vida. Pero me encanta responder a las provocaciones.

-No está mal, es una especie de Hakuna Matata japonés -solté con algo de mala leche.

Ella comenzó a defender apasionadamente el método, indignada por la ligereza de mi comparación. Tanto reforzó la argumentación que terminó por afirmar que el hombre en una consecuencia de sus propios actos. Y remató con una cita bíblica. Por fastidiar, supongo. Uno recoge aquello que siembra.

Contraataqué remarcando que es el azar quien rige la vida del hombre. Y esgrimí que resultaba infantil pensar que la vida es justa. Porque las cosechas pueden perderse. Porque en ocasiones florecen inesperados brotes entre los milimetrados surcos. Porque el control ejercido sobre uno mismo no puede traspasar los límites de lo personal.

Le sentó mal, aunque no dio su brazo a torcer. Y se difuminó su interés por mí. Así que di por buenas mis palabras.

Asumo que el reiki es bastante más rico de lo que ella fue capaz de transmitirme. Pero nadie me va a convencer de que en la vida uno es producto de sí mismo. Las decisiones sólo varían el rumbo del destino para llevarnos a una nueva encrucijada no esperada. La fuerza del azar aplasta a la de la voluntad inmisericorde.


Y no me cansaré de repetirlo. La vida no es justa. Aunque haya quien todavía no se lo crea.

*Rei: energía universal; Ki: fuerza vital fundamental

10 comentarios:

Esther dijo...

Totalmente de acuerdo, la vida no es justa. La vida es injusta, cruelmente injusta y quien piense lo contrario es que le queda mucho por vivir.

Azena dijo...

Tienes razón. Reiki es muchas más cosas. Realmente es lo que tú quieras que sea.

Wanda◦○ dijo...

Poco ha entendido esta mujer de lo que significa el reiki, seguro que antes ya se habría apuntado a otras modas como el yoga sin obtener resultado e intentaba convencerte de algo que ni ella se cree. Hiciste bien en contraatacar, seguro que le diste una buena lección aunque dudo que tampoco te entendiera ;0)

isterica dijo...

Estoooooo...Dorian.....eres un poco...creído ¿no? ¿Eso es que te estaba tirando los tejos? Aaaahhh! A lo mejor sólo se estaba picando contigo, no sé, digo. De todas maneras aunque hubiese estado echándote la caña, seguro que se le fueron las ganas, chico.

Shh... dijo...

El concepto justicia escapa de la realidad, ni la misma naturaleza es justa, así de simple.
Por otro lado, nuestro día a día depende no únicamente de nosotros, sino de la interacción de todo el entorno. Esa interacción injusta? Lo que sí que creo es que somos responsables de quienes somos y por tanto, en gran medida de la vida que llevamos.
Besitosss :)

Anónimo dijo...

Oooooye, que se me olvidó decírtelo! Que hice el test ese y me salió que soy "artista benevolente". Hala, sabiendo esto ya puedes sentirte realizado y pensar que tu vida está completa XDDDDD

(Por cierto, que la definición de artista benevolente se parecía sospechosamente a la de artista genuino... ¬¬)

Iván dijo...

Estoy contigo en tu reflexión final, es triste reconocerlo pero creo que es así. Si, un poco cruel compararla con Simba y el Rey León, ella que estaría tan convencida de que era la más espiritual en esa mesa, tu la llevas a lo más comercial de los humanos mundanos. Yo también me hubiera cabreado por eso de "muchachito cristiano"...

O sea que, encerrona cita a ciegas con la espiritual cuarentona... pues vaya amigos...

ORACLE dijo...

a veces creerlo, ser ingenuo, ser naif es una buena manera de enfrentarse a este mundo tan ruin. Piense que era solo una conversación de cena con un proposito claro. Así pues entiendo que la intención de la chica no era desplegar todo el cuerpo filosofico del reiki sino la de provocar un espacio de intimidad.

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo. la vida casi nunca resulta justa. hay todo un libro en la biblia que se dedica a decirlo, además. (aunque consideres la biblia un libro simplemente histórico y sin valor espiritual)Realidad versus Estado ideal

Anónimo dijo...

La vida no es justa ni injusta. Es.
Y, por muchas deciciones trascendentales que tomemos -por muchas encrucijadas- es el azar quien nos pone ante ellas.