Nunca había visto La Pasión de Mel Gibson. Hoy me he decidido a abordarla al son de los tambores de Semana Santa que resuena en las calles aledañas. Ha sido una experiencia irrepetible.
Mucho se ha hablado de esta película. Sus diálogos en hebreo, arameo y latín confunden la atención al principio. Pero después de unos minutos, la naturalidad del conjunto aporta el sentido necesario para disfrutar de las palabras. La violencia de la sangre que tiñe cada plano repele a los más aprensivos. Aunque a mí me parezca que el ensañamiento ha sido medido con cuidado, para colaborar con el mensaje sin llegar a ofuscarlo.
Nadie se había atrevido a narrar esta historia desde el punto de vista humano, mostrando la visión personal de cada uno de los implicados. La transmisión de dolor, desesperanza y crueldad es un elemento que hace de estas escenas una pieza única. Es sentimiento vivo lo que provoca.
A pesar de ser unos hechos bien conocidos, la película mantiene un vibrante nivel de interés mediante guiños visuales y escaramuzas en la memoria. Nos cuenta la historia teniendo en cuenta que ya la conocemos. Nos trata con una delicada educación. Establece un diálogo de iguales.
La inclusión de Monica Belucci como Magdalena me ha dejado un poco descolocado. No la consideraba una mujer apropiada para interpretar ese rol. En sus papeles habituales, su imagen dista mucho de la afligida compañera de cara lívida. Sin embargo, resulta una Magdalena conmovedora y creíble.
Una versión para guardar en la memoria. Una revisión de lo conocido que se percibe como si fuese la primera vez que la historia ha sido contada. Un espacio de retorno obligado.
8 comentarios:
Yo la tengo pendiente, pero mi mujer no quiere y no hay manera...
Raist, pásate por casa y la vemos, que también la tengo en el tintero, y si no es medio obligado creo que no la veré.
Me gustó mucho.
Aún no la he visto.
Debería buscar el momento.
Tampoco es este.
Uhmm... tampoco la he visto y bueno, la verdad, no me llama mucho :S
Besos!
Ya estás de Semana Santa, eh! Uffff, esta película no me llama la atención en absoluto. No puedo con Mel Gibson, y con la Semana Santa ni te cuento...
Bah, qué tontería, si ya sé cómo acaba! Si al menos el asesino fuera el mayordomo... XD
...la vi cuando se estrenó. Recuerdo que fui con mi madre, también que es la única película de la que ya conocía el final antes de entrar en la sala. Salí con un tremendo dolor de cabeza por culpa de mi empeño en contener los mocos y las lágrimas. Horrible. No la película, sino la situación. No sé si le sobra "crueldad", "sangre" o "realismo"... no sé. Si sé que no la volvería a ver.
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