09 enero 2006

En mis zapatos

Entre semana visto con esmerado cuidado. El fin de semana me pongo lo primero que encuentro por el armario. No me preguntéis por qué. Yo tampoco me lo he preguntado.

Hace un par de meses compré unos preciosos zapatos negros sin cordones. Tan elegantes como caros.
De esos que tienes que pagar a principio de mes para evitar el inútil cruce de dedos cuando la tarjeta de crédito se desliza por el lector de la caja registradora. Aquel día, en la tienda, me sentaban como un guante. Aunque después comenzaron a molestarme en la zona del empeine. Pensé que cederían con el tiempo. Pero no han cedido.

Y cuanto más los llevo, más aprietan. En ocasiones siento que voy a desmayarme. Las dos franjas rojas que decoran mis pies persisten incluso un par de horas después de quitármelos. Las hormas de madera y los zapateros han malgastado su ciencia inexacta en infructuosos intentos de arreglo. Pero no pienso renunciar a ellos. Son irresistibles.

En el despacho me los suelo quitar para aferrarme a la consciencia. Así que necesito cierto tiempo de preparación para levantarme de la silla.

-Ven un segundo a la sala de demos...
-¿A la sala -consigo encajar el primer zapato- de demos? -el segundo zapato se resiste-. Sí, claro -ya ha entrado, ¡ay!- ahora mismo voy.

Deben pensar que soy subnormal. O algo lento de reflejos. En el mejor de los casos, sordo.

Algún día les diré que soy un cabezota y que lo único que pasa es que mis pies me están matando.

23 comentarios:

susej dijo...

Hay que sufrir por la estética :)


Dicen que no es bueno ser cabezota, pero a veces ¿cómo no serlo?

Anónimo dijo...

Y yo que pensaba que eso de los zapatos era sólo cosa de mujeres y metrosexuales...
Ahora que sé que entiendes mi sufrimiento, deberías haber visto mis sandalias de fin de año...
Divinas

;)
xx

Iván dijo...

Jejeje, qué gracia, te estoy imaginando descalzo en tu despacho, espero que no tengas que salir corriendo un día de estos.

A mi me pasa parecido, el fin de semana lo más perro que puedo, entre semana voy normal, por lo menos no me exigen ponerme traje.

Al final o renuncias a ellos o a tus pies...tu mismo.

Unknown dijo...

....mocasines....

Anónimo dijo...

Fashion victim? Tú????

Eres una caja de sorpresas... XD

Azena dijo...

yo también iba de punta en blanco... hasta que me pasaron al laboratorio. ahora voy como me da la gana, cada día me disfrazo de una cosa distinta... ah, ¿qué tal si enmarcas los zapatos y los pones de adorno? serían mucho más útiles... ;-)

Nadia dijo...

Me acuerdo de esos zapatos. Ya habías contado cómo los compraste ¿no?

Espero que esto no fuera en sentido metafórico, porque no se me ocurre ni una sola comparación razonable.

Prich dijo...

¿Ves como eres un feichista de los zapatos?

isterica dijo...

Jajajaja! Pensaba que eso sólo les pasaba a las mujeres!
Yo he llegado a pensar en pintar las deportivas de negro para poder calzarme con algo, porque todo me hace mal.

Esther dijo...

;-))

Deckard dijo...

Joer... "antes muerto que sensillo"... Tio... no te los habras comprado pequeños?

elmasmalo dijo...

Dios, tu lado femenino ha salido a la luz. Es un artículo que bien podría haber escrito una mujer...

ORACLE dijo...

comprese unos calzoncillos que le vayan 3 tallas menores a los suyos y ya verá como deja de preocuparse por sus zapatos...

Anónimo dijo...

No te tortures así...
yo no entiendo la palabra ELEGANCIA si no me siento cómoda dentro...
aunque bueno... yo de glamour entiendo muy poco ;-)

Beso

Wanda◦○ dijo...

Unos zapatos que hacen daño .... es lo peor para mantener el tipo querido Dorian. Si tus pies sufren, sufrirá el resto del cuerpo. Mejor ponte las chanclas en el maletín y te cambias cuando llegues al curro !! ;0)

Isthar dijo...

Muerto pero con sus zapatos fashions puestos.

Manda huevos Pow, de verdad ;)

¡¡AY QUE SENCILLO, AY QUE SENCILLO!!

Yo antes prefiero ir descalza que con los pies destrozados, de hecho alguna vez lo he hecho después de pasarme una noche entera de fiesta. De vuelta a casa descalza y con los zapatos en la mano. Yo antes sin zapatos que dolorida.

Mira que se nota que eres maño de pura cepa ¿eh? :P

Pow dijo...

Es que no habéis visto los zapatos. Son adorables.
Además la comodidad es algo superfluo. Una imagen con la que te sientas a gusto es algo mucho más importante.
Y, no sé si os lo había contado, pero es que son tan italianos...

:D

Anónimo dijo...

Y eso que no son de tacón... porque NO son de tacón, verdad, Pow? :-D

Sofía B. dijo...

Mucho mejor descalzo, siempre descalzo, ya sabes :o)
Besito

Puri dijo...

A ver si vas a ser como el del cuento que se compra los zapatos más pequeños, se pasa todo el día martirizado solo para disfrutar del momento en que llega a casa y se quita sus zapatos.
Tu y los zapatos, como no! ;)

Anónimo dijo...

Es que no sé si me he reido más con lo de los zapatos, con el comentario del SR. Oracle o con la anécdota de Exagerada.

En cualquier caso me acuerdo de un dicho que dice Sarna con gusto no pica, pero sigue siendo sarna.

M.Ángeles dijo...

Siempre me han gustado más los zapatos de tío que los de tía, pero me lo voy a replantear.

Bito dijo...

Seguro que el que te mandó a la sala de demos lo hace porque él no puede ir debido a ese pantalón que le queda tan de puta madre que no puede ni respirar, y si te hacen ir es porque la señorita que podría haber hecho lo que a ti te han pedido tiene una infección en la oreja derecha que se perforó para ponerse ese pendiente tan superjuvenil...

Si al final somos todos simplemente monos venidos a más....