20 noviembre 2005

Encuentros

Miraba a su perro con una sonrisa relajada. La luz de las farolas permitía la claridad necesaria para que Mel corretease distraído de un lado a otro de la hierba. Eva estaba en cuclillas, con la correa en una mano y la otra sujetando su mentón. Absorta en saltos azarosos y vueltas sin sentido.

-Me pregunto si será casual -enunció una voz masculina cincuenta centímetros por encima de su cabeza.

Eva vaciló un momento antes de desviar su mirada de Mel. A su derecha un joven con zapatillas, mallas cortas y camiseta de manga larga desanudaba una fina chaqueta negra de su cintura. No la estaba mirando. Seguía observando pensativo el deambular de su perro.

-Camina cuatro pasos, después olisquea, se para y elige otra dirección. Siempre da cuatro pasos. Y ya lo ha hecho siete veces en el rato que lo llevo mirando. ¿Los perros tienen lógica?, -siguió postulando el joven.

Se había puesto la chaqueta. Tenía los brazos cruzados sobre el pecho. Y no dejaba de escudriñar concentrado el comportamiento de Mel. Eva se sintió ajena a aquel monólogo de desvaríos. Se incorporó despacio sin apartar la vista del extraño.

-Mi perro sí que tiene lógica -susurró sin convicción.

Aquel tímido sonido pareció secuestrar al corredor de su reflexión. Se volvió hacia ella esbozando una sonrisa azorada con matices de mueca. No perdió su aplomo aunque se le notaba avergonzado.

-Vaya, lo siento. En ocasiones me cuesta distinguir cuando estoy hablando para mí o para otros -se disculpó apresurado-. Es que venía observando a tu perro mientras corría y me ha parecido singular que siempre diese cuatro pasos.
-No hay mucha gente que utilice singular cuando habla -respondió Eva en un fallido intento de relajar la tensión-, ¿vienes mucho por este parque?

Sabía que aquella frase una estupidez. Pero todavía seguía bloqueada por lo absurdo de la situación. ¿Por qué siempre se le ocurría dar conversación a los lunáticos? Nunca iba a escarmentar. Seguro que al final resultaba ser un paranoico huido del psiquiátrico.

-Perdona. Lamento haberte molestado -murmuró con los ojos clavados en el suelo el corredor-. Es que a veces la voluntad se me despista. Un placer -terminó mientras comenzaba su carrera hacia atrás y se despedía con la mano.

Eva se quedó de pie, mirando como se alejaba mientras volvía a anudar su chaqueta a la cintura sobre la marcha. No se volvió a mirarla, aunque dedicó un último vistazo a Mel moviendo suavemente la cabeza de un lado a otro. Pensó que, después de todo, quizá no estuviese loco. Tal vez solo era que estaba un poco perdido.

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15 comentarios:

susej dijo...

Sí, tienen lógica, y a veces creo que más sentido común que las personas.

Pregunta, ¿qué diferencia hay entre ser loco o estar perdido?

Raist dijo...

¿Y por qué se fue?

Gabriel Noguera dijo...

Eso lo determinan los psiquiatras, susej. Creo que al azar.

elmasmalo dijo...

Bonita historia. Me parece muy real. Sólo por curiosidad ¿por qué parque corres? XDDDD

Miss Kubelik dijo...

Debería sacar a pasear a mi gato más a menudo...

Deckard dijo...

Mmmh... yo no creo que estuviera ni loco ni perdido. Yo prefiero pensar que era un iluminado en el mejor sentido de la palabra.

Quedan pocas personas que se fijen en detalles tan mínimos y sencillos de la vida cotidiana.

Bonita historia Pow.

isterica dijo...

Pero, a ver, todas las personas tenemos nuestro puntito de locura. Y el que no lo tenga que se lo haga mirar! Quien no habla nunca sólo? O quien nunca a conversado consigo mismo acerca de tonterías que jamás admitiría delante de nadia? Venga bah! A mí me gusta ver la cara de susto que se le queda a la gente por la calle cuando me comporto de forma extraña. Temblad, malditos, temblad! Jajajajaja!

Azena dijo...

A lo mejor hay que estar un poco loco para apreciar la belleza de la vida...

Bito dijo...

Pues a mi me ha caido bien el tipejo, y la verdad es que me hubiese gustado que siguiese divagndo de esa forma en alto. Mejor que otros que solo vendrian a gritar que le puesieses al perro correa y bozal...

Yo al igual que Raist (que desde luego se esta labrando el adjetivo de pregunton en la blogosfera) quiero saber porque se fue.

Wanda◦○ dijo...

Seguro que siempre eran 4 pasos ???? Porque basta que te despistes un solo segundo para que el perro te tome el pelo .... he confundido las pastillas azules con las rojas o eran las amarillas ???????

Nadia dijo...

Guau¡¡

:o) Vale, ya, patético. ¿qué quieres? Es lunes

Isthar dijo...

Me encantan este tipo de encuentros, no puedo evitarlo. Supongo que porque a veces he sido corredor y a veces las chica del perro... en otra vida quizá me toque ser el perro que da cuatro pasos, entonces sabré si tiene lógica ;)

HELEN -Mamá In Design- dijo...

Pow, ya puse el panel de votaciones para que votes el pijama que mas te guste.

VOTA AQUÍ!!!

besitos guapisimo!!!!!!!!

would dijo...

Cuatro pasos. Olisqueo.

Me he encantado ponerme al día después de una semana desconectado.

Cuatro pasos. Olisqueo.

En mi bar te pongo los gintonics que quieras.

Cuatro pasos. Olisqueo.

Esto es un intento de aparentar lógica en mi conducta.

Cuatro pasos. Olisqueo.

¿Es que no me piensas hacer un mimo? Arf, arf.

Administrador dijo...

yo tengo una maravillosa mel-issa a la que paseo siempre que puedo, me gusta que los perros salgan en la foto, un saludo