15 agosto 2005

Temblando

Lágrimas frías descienden inútiles
bañando mis inexpresivas mejillas.
Luchar por respirar otra bocanada,
no hay aire que merezca la pena.
¡Caprichoso e injusto destino!

Todo es destrucción desoladora
la vida fluyendo imparable.
Sentir el dolor de otros,
necio disfrute de oxígeno.
¿Quién dijo que la vida fuese justa?

Carne encrespada ingobernable,
sensación de muerte asfixiante.
Creer que Alguien me mira,
y en ocasiones me escucha.
¡Despierta ya de tu sopor!

¡Maldito e injusto tiempo!
Párate ya y déjame respirar.
Asfixias mi ilusión,
devoras mi sentido...
¡Indúltame de tu inexorabilidad!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande. Lord Wotton estaría orgulloso.

Pow dijo...

Creo que Lord Wotton se reiría de mi. De hecho me parece oír alguna de sus carcajadas...

susej dijo...
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