12 agosto 2005

La visita de Roca III

A la mañana siguiente Pow se levantó temprano. Hacía muchos meses que sólo empleaba cinco o seis horas en dormir. Limpió la casa, hizo la colada, bajó a por el periódico, compró seis cervezas y se sentó con pereza a leer un libro recién adquirido en la terraza. Hacia la una de la tarde apareció Roca con cara descansada. Acordaron comer en Sitges. Con la preciosa carretera del Garraf como escenario rememoraron la jornada anterior. Eran todos tan distintos y sin embargo se sentían tan a gusto juntos. Recordaron a Isaías tumbado en el suelo del tren, con decenas de pies contorneando su cuerpo, mientras hacía carantoñas a aquel bebé. A Aurelio comiendo barritas de muesli sin descanso y describiendo las peculiaridades naturales del paisaje. A Gork y a Spiderwoman haciendo carreras por las pendientes. A Turco disfrazado con la capa fucsia de Pow, emulando Titanic en lo alto de aquel risco. A Roca con su odiada imagen de Spice Girl pija. A Pow preguntándose por qué en aquel cartel la velocidad máxima del tren estaba escrita como un intervalo en vez de como una cifra concreta...

Tomaron una cervecita en aquel chiringuito playero, mientras observaban caminar a la tenista. No pararon de hablar de sí mismos en todo el rato. Incluso cuando comieron un arroz caldoso con bogavante acompañado por un afrutado y helado vino blanco. Pow disfrutaba de un día fenomenal. Estaba tan atrapado en la conversación que hasta terminó de comer después que Roca. Disfrutaron de unas horas perfectas. Pasearon por la playa despacio mientras se seguían conociendo. Admiraron el acogedor casco histórico del pueblo cobijados por la reconfortante sombra y volvieron con el espíritu renovado a tomar la sinuosa carretera sobre el acantilado.

Roca dijo que quería ver una película en castellano. Así que eligieron Semen e hicieron una llamada a Gork y Spiderwoman. Cuando llegaron al cine Gork aprovechó un momento discreto para contarle a Pow que creían que Spiderwoman estaba embarazada. Pow se quiso morir. ¿Cómo no se lo había dicho antes? ¿A quién se le ocurre ver esa película en tales momentos? La historia que contaba la pantalla era divertida, pero sólo sonreía Roca. Era la única que no estaba al corriente.

A la salida del cine se despidieron de Gork y Spiderwoman. Pow los observó alejarse preocupado y Roca, que se dio cuenta de esa mirada, eligió la discreción. Pasearon despacio por calles conocidas hasta el restaurante italiano. Cenaron deliciosa pasta rellena de pera a la luz de las velas. El Lambrusco rosado ayudó a que terminasen de confesarse sus últimos pecados. Parecía que no iban a poder dejar de hablar nunca. Un nuevo paseo sin prisa les condujo a casa. Se fumaron un último cigarrito en la terraza, en un silencio instaurado por primera vez después de muchas horas. La mañana siguiente no se verían, así que se despidieron con educación y extrañeza. Resultaba cómico haber compartido unos días tan intensos y despedirse con esa cortesía tan medida. Se prometieron repetir pronto aquel perfecto fin de semana.

Y todo esto ocurrió sin la más leve pizca de romanticismo. Ocurrió que se habían convertido en buenos amigos en poco más de un mes, y eso que desaprovecharon la oportunidad de intentarlo en el pasado durante más de dos años.

Nota. Me he quedado en tres partes porque no hay nada más que contar ;-)

5 comentarios:

Pow dijo...

La historia es fiel a la realidad, no tengo tanta imaginación...

Quizá haya que tener en cuenta una serie de precedentes para entenderla:
1. Roca es una mujer que levanta pasiones, pero a Pow no le atrae.
2. Después de conocerla, Pow sabe que tampoco la quiere como pareja.
3. Pow cree en la amistad, sin matices.

No hubo ni habrá nada más. Aunque creo que lo que hay es perfecto. ¿Quién quiere más?

Raist dijo...

Desde luego parece una mujer digna de conocer. De esas que te arruinarían la vida en un momento (esta frase es de Pérez Reverte, pero es que me encanta).

susej dijo...

Pues a mí la historia de una amistad me parece un buen final.
Los amigos nunca sobran.

Y creo que se puede tener a una mujer como amiga.......sino, vivo muy engañado.

Pow dijo...

La verdad es que sí que estoy cansado de justificarme...
Sentí la compañía, debajo de cada cosa.
Más que suficiente para mi.

Buttercup dijo...

Al fin y al cabo, si Gray hubiera deseado otro final hubiera intentado algo, así que fue lo que quiso que fuera.