Cuando yo muera y me entierren,
después que los gusanos me consuman y
los huesos en polvo se conviertan,
tomad una sola mota para,
mirando melancólico al mar,
encontrar mi final salado y salvaje.
02 agosto 2005
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3 comentarios:
¿Solo una mota? Yo quiero que me incineren y me tiren en alta mar :)
Hay algo especial en desear que nuestras cenizas, se esparzan al viento, o en el mar...
o en el castillo de su niñez, pues odiaba los cementerios.
Quizás sea un último acto de búsqueda de libertad, no sé.
Pues yo quisiera mis cenizas al pie de un Palo Blanco o un Roble, para florecer cada primavera.
El mar me es imprescindible imaginarlo puro.
Tal vez por eso atrae tanto a tantas cenizas en potencia.
Me gustó mucho lo del final salado y salvaje. Mucha pasión en pocas palabras.
Felicidades.
Gab
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