14 julio 2005

¿Roca o Arcilla?


Continúan mis conversaciones escritas con La Roca. En un mes hemos intercambiado más frases que todas las palabras dichas en cuatro años. Sigue enajenándome este mundo tan paralelo...

Me habla de lo que echa de menos el sol, la playa y las cervecitas en las terrazas. Yo le miento con descaro y le explico que están lloviendo gatos y perros, que la arena ha desaparecido debajo de una montaña de basura tóxica y que se ha decretado por orden ministerial el cierre de todas las terrazas. Risas.
Me cuenta que allí todos son unos autómatas compulsivos en el trabajo. Que está rodeada de trabadores clónicos a mí y que eso la asfixia. Yo la llamo capulla y le deseo con toda mi doblez que se convierta en un clon más. Risas.
Se queja de ese humor tan cuadrículado que es incapaz de entender y de que añora las paridas de un cateto español. Yo me esfuerzo incansable en generar oraciones plagadas de boinas a rosca y consigo devolverla por unos minutos a sus raíces. Risas.

Me encanta sentir su sonrisa.

No era consciente de lo difícil que era relacionarse con los hombres para La Roca. Ya sabéis que no es una mujer que deje indiferentes al común de los mortales. Siempre se siente observada con un interés no deseado. Por contraste, mi indolencia y mi falta manifiesta de atracción por su físico le hacen sentirse relajada y le permiten mostrarse ante mí en estado natural. Es reconfortante que los defectos de uno se conviertan en cualidades bajo la lejana mirada de otros.

En unas semanas vendrá a España y nos iremos a escalar alguna montaña con los antiguos compañeros de trabajo. Me resultará extraño ver por primera vez a esa desconocida.

8 comentarios:

susej dijo...

Siempre es extraño el reencuentro con alguien, desconocido o no.
Recomiendo Pirineo, por hacer tierra.

Y tienes razón es muy reconfortante el que alguien vea con buenos ojos algo que cuando te miras en un espejo no lo ves tan...


Y me vuelvo a contemplar mis líneas en un lenguaje que suponen muerto.

Anónimo dijo...

Uy, me da a mí que esa indiferencia tuya hacia La Roca tiene un peligro que ignoras.

Isthar dijo...

Será extraño y seguramente también gratificante. Como redescubrir a alguien ;)

A veces es un alivio que la gente no te vea de la forma en que lo hace la mayoría, porque permite no sólo comodidad, sino quitarse quizá la coraza de protección que en los otros casos se vuelve imprescindible.

Seguro que será un agradable reencuentro :)

Awake at last dijo...

Pirineo aragonés, please, es el menos masificado y el más bonito. El encuentro allí será más que especial, casi casi fuera del tiempo, te lo garantizo.

Besos!

HELEN -Mamá In Design- dijo...

La Roca empieza a tornarse de un material algo mas blando para contigo... eso está bien, disfruta de ella en esa escalada y sácale todo el partido que puedas.

Muchos besos.

... dijo...

A veces la gente nos sorprende y los re-conocemos de nuevo en otras circunstancias. Distintas personas y la misma.

Muy de acuerdo con el comentario sobre el Pirineo aragonés de Awake.

Anónimo dijo...

eso,, eso... te he pillado usando indolencia, como debe ser... si es que aquí en los blogs se aprende que no veas... luego dicen...

*

Bito dijo...

Que sepas que esperamos aquí una crónica completa de ese suceso... (detalles morbosos inclusive).