A mi llegada
Caminaba de madrugada por la avenida 9 de Julio. Me mojaba un calabobos que allá es bruma. Tropezaba a menudo por las aceras irregulares. En los porches de los elegantes edificios había personas durmiendo en cartones.
Ese mismo día, por la noche, cenaba en Puerto Madero. En la terraza de un antiguo granero inglés refinadamente restaurado. Cenaba rodeado por decenas de argentinos que despilfarraban cientos de pesos un lunes de invierno.
Los argentinos
Te saludan con un solo beso o con un sincero apretón de manos y lo hacen cada día. Te explican las calles que puedes recorrer y cuales son las horas para recorrerlas. Te ofrecen su mate a cada momento. Te piden que cualquier taxi lo conciertes previamente por teléfono. Te devuelven un sentido no, por favor a tus gracias. Te explican cómo funciona el país y no se quejan, más bien describen. Te cuentan de su deseo de abandonar la inseguridad y el miedo. Te contagian con su entusiasmo por España y su sueño de emigrar allí.
Buenos Aires
Es una ciudad enorme y diversa. Recorrerla en coche te lleva más de dos horas. En ese tiempo pasas por el sobrio estilo inglés de Puerto Madero, la clásica construcción europea de la avenida 9 de Julio y la extravagancia del espacio americano de Tigre. La nostalgia te asalta en cada rincón de la ciudad. El romanticismo parisino de La Recoleta, el encanto pueblerino de San Telmo o el castizo café Tortoni concita una sonrisa evocadora. El recuerdo del argentino adinerado de hace unos años se hace presente en sus desproporcionadas infraestructuras ya descuidadas. Todo es grande aquí. Aunque lo más grande es, sin duda, la hospitalidad su gente.
A mi partida
Un paseo de siete horas y más de cien cuadras por el centro de la ciudad. Las imágenes que vendrán mostrarán por sí solas el recorrido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
¡¡¡BIENVENIDO A CASA!!
No sabes la envidia que acaban de darme tus palabras... y mi madre que se va a Argentina también este año ¡¡¿es que quereis matarme?!!
Snif, snif...
¿A que después de todo no ha ido tan mal tu estancia allí? ;)
Bienvenido, se te ha echado de menos.
¿y éste cambio?
¿Qué ha pasado con Pow?, ¿qué ha ocurrido con el resto?. ¿Buenos Aires borra la memoria?.
Desearía que Buenos Aires borrase la memoria, no es así. Debo borrarla por mi mismo.
Lo demás vendrá esta semana, amélie, sigue los números en el mapa...
Allí parece que en urbanismo están más ordenados que en Madrid. Las cuadras son cuadras y no caos.
Bienvenidos los cambios.
Publicar un comentario