27 junio 2005

Peggy Sue

Hace más de tres meses que visito el mismo centro de rehabilitación para motoristas imprudentes. Cuando llegas, la recepcionista Peggy Sue te enumera las correosas normas de utilización.

1. Dar los buenos días a la recepcionista
2. Colocar la ficha de asistencia en la bandeja Entrada
3. Pasar la tarjeta magnética por un lector en la pared (piiiip! o pip-pip, hay que repetir hasta que suene piiiip!)
4. Coger una llave H para la taquilla
5. Vestirse con ropa deportiva o quedarse en gallumbos (esto ya va con la persona)
6. Poner cara de tío-me-estás-matando una horita en el gimnasio
7. Tratar de enfriar con hielo descompuesto el miembro torturado
8. Recoger la ficha de asistencia (firmada personalmente por la adorable Peggy Sue) de la bandeja Salida
9. Vestirse con ropa de calle o volver a ponerse el pantalón
10. Devolver la llave H de la taquilla al montoncito de llaves H
11. Despedirse de la recepcionista.

Parece un proceso complejo, pero en el fondo resulta encantadoramente rutinario y seguro.

Sin embargo, Peggy Sue, añade en mi caso una variante al cuadriculado esquema. Tengo un nombre compuesto. Y no es un nombre compuesto de aquellos que puedes apocopar como Juanjo o Josema. En realidad, se compone de dos nombres extraños e inusuales entre sí. Es algo así como Julián Roberto. Pongamos también que me apellido López.

Dado que ella sólo me conoce por el nombre escrito en mi ficha, cada día nos cruzamos las mismas palabras:

- Buenos días, Julián López.
- Que te vaya bien, Peggy Sue.

Es nuestro pequeño ritual diario de descortesía musitada entre sonrisas mal disimuladas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Uy, esa Sue... Si le has dedicado un post es porque te alegra los duros momentos que debe atravesar todo motorista temerario.

Pow dijo...

En realidad, hay que convivir con el dolor, forma parte de nuestra vida...
Pero si puedes verlo desde una perspetiva divertida siempre parece más tenue ;-)

Isthar dijo...

Piensa que una rutina agradable siempre es mil veces mejor que una rutina monótonamente amarga :)

¿Nombre compuesto de los que no tienen apócope? ¿Y te llaman por los dos? ¿Sergio Rodolfo? ¿Salustiano Antonio? ¿Remigio Alberto? ¿Santiago Patricio?

Por probar que no quede :P

Nepomuk dijo...

Bueno...¡y poco satisfecha que debe estar Peggy Sue! al fin y al cabo siendo un centro de rehabilitación de motoristas imprudentes lo más normal es que ninguno tenga los sesos colocados para poder recordar las dos g.
(Y no te estoy mirando Pow, nononono...no te estoy mirandoooo...)

Anónimo dijo...

¡¡FOTO DE NEPOMUK EN EL BLOG DE LORD JIM!! jajajajaj que bien me lo estoy pasando chivandome en todos los blogs

Anónimo dijo...

no puedo creer esto de los ritos que nos hacen pensar y pensar en los "mismos" ritos a lo largo del día.

y tampoco puedo creer la maratón que se está dando nuestra amiga dinamita, por todos los blogs.

*

Awake at last dijo...

Seguro que en el fondo tiene mucha pechonalidad. Ups, ¿he dicho yo esooo?

Pow dijo...

¡Sois unos malpensados! No estoy flirteando. Empezó ella, yo sólo le seguí el juego ;-)