21 enero 2006
Moncayo
No váis a poder subir sin crampones.
La advertencia del montañero vasco que nos adelantaba con sus relucientes crampones ha sembrado la duda en el grupo. Mientras el resto de la expedición discutía le he pegado un par de patadas con la puntera de la bota a la placa de hielo. No estaba duro.
He subido el primero, dando punterazos a diestro y siniestro para formar cómodos peldaños por los que terminar la ascensión. En la cima nos hemos vuelto a encontrar con el emisor de la advertencia. Le he respondido.
No le digas a un aragonés que no puede hacer algo.
Una excursión memorable. Lucía el sol espléndido, caminábamos rodeados de hechizantes puñales de hielo y la comida en la cumbre nos ha sabido a éxito. Deslizarse a izquierda y derecha a la bajada, esquiando con las botas sobre nieve virgen. Lanzarse con el culo rozando las placas de hielo. Y un cafecito rodeado de anécdotas como despedida. Memorable.
Pero me quedo con algo especial. Hoy venía mi padre conmigo. Me ha gustado la sensación de ser yo quien marcase su camino. Después de que él me haya indicado en los cruces durante tantos años.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
11 comentarios:
Si hay algo que para mi describes muy bien son los viajes y los andares. Sabes transmitir los estados de tu ánimo. Precioso post y por cierto, para un espíritu cotilla como el mío, casi que podías haber puesto una foto más grande, ¿no?
ufff que contraste chiquillo!!!
Que bien con el día tan triste que ha hecho aquí.
Y sí desde luego mejor que nadie nos diga que no podemos hacer algo.
Ah, el Moncayo... hogar de los mosquitos tumbatoros... qué recuerdos!
precioso y entrañable ;-)
Impresionante esa nieve... y dale cancha a tu padre, joer, no seas malo
Dios, ¡¡¡nevado es aún más impresionante!!! Mi querido Dorian, tengo que volver... ^_^
Con gusto me hubiera ido con ustedes.... con mucho gusto.
Me das envidia (pero de la sana, ya lo sabes) al ver las fotos y saber de la excursión ;)
Joder Pow, que envidia.... un sitio precioso, una mañana fabulosa, una excursion acojonante... y la compañía de tu padre, que menudos pulmones tiene aun el tio.... te transmito mi mas sana envidia....
Ya sabes que yo disfruto siempre que puedo de una buena mañana de invierno en la montaña, y la tuya fue fabulosa.... yo creo que ese dia estuve paseando con mi mujer por la Avenida de la Independencia... como te puedes imaginar... me hubiese encantado hacer como tu y llevarmela a subir laderas cubiertas de hielo y nieve. Bueno, dejemos de soñar... eso no lo veran mis ojos.
Preciosas fotos
JM
Me encantan los aragoneses.
Publicar un comentario