28 febrero 2006

Hace un tiempo que me preguntaba lo mismo. Cada domingo. ¿Cuándo nos volveremos a ver?

Yo le respondía con una sonrisa irónica. Como si el tiempo fuese eterno, como si aquellas palabras no fuesen relevantes.

Este domingo no me lo preguntó cuando me despedí. Quizá fuese un descuido. Pero me gusta pensar que ella sabía que jamás me volvería a ver.